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A cinco brujas
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En ese Julio alborotado, de cielos en permanente amenaza de tormenta, que visten a márgenes, bosques y montañas con un manto de verde terciopelo que se aproxima o se aleja a discreción según el trazado caprichoso del asfalto, el vehículo se desliza suavemente… sumergido en el silencio de una música escogida con la intención de vaciarse de todo pensamiento que no sea mecánico. Relegando al olvido un día a cara de perro. Después de hablar durante horas, necesita esa reserva haciendo acopio de mutismo. Aunque sea en el breve espacio de tiempo de un corto viaje.
Unos Km. más al norte, al amor de la corriente de un Oñar que discurre dócil y silente bajo la brisa algo húmeda de un dilatado crepúsculo que se demora en el confín de una sierra divisoria, los preparativos de un particular aquelarre han comenzado. Y mientras la catedral, impávida, vigila atenta desde la otra orilla, el call* abre sus ojos en ventanas de luz escasa y dispersa en esa noche incipiente.Velas, música, copas, loza fina, viandas y elixires varios manejados con destreza, comienzan a tomar posiciones desde la cocina a la privilegiada terraza. La intensa iluminación exterior de la Seo junto a los restos de una tenue claridad cenital alcanzan aún a ese rincón afortunado, fortaleciendo la tímida luz de unas velas que regalan intimidad de forma generosa.
Para ese reducido grupo de hechiceras en número impar, que un azar imprevisto y buscado a un tiempo ha reunido en honor de una de ellas, se acerca a la hora bruja al amparo de la oscuridad de una luna que se les hurta a la vista. Iniciado el ágape, pronto manjares y licores sueltan la lengua de las cinco brujas, abriendo paso al conjuro de risas y complicidades halladas en una conversación que sin ser fácil… fluye… tornándose sortilegio… en un ritual de blanco encantamiento de la palabra. Todas, en ese mágico conciliábulo, están dispuestas a ceder algo de su energía en favor de las demás...
Todo un éxito.
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*call = barrio judío
¿Porqué será que las brujas, cuando os reunís, lo pasais tan bien...?
ResponderEliminarAmiga, se te ve feliz a tope...
Despides felicidad...
Debe ser un efecto secundario de las brujerías...
Un abrazo fuerte
Pues... ¡bendito aquelarre! Me alegra mucho leer esta nueva entrada, que sirve de contrapunto a la anterior, tan tristona...
ResponderEliminarUn beso, Crystal, ¡y que vivan las brujas!
(y las hadas)
Brujas contemporáneas entre Zugarramurdi y sexo en Nueva York :)))
ResponderEliminarEs bueno la expansión que el verano nos proporciona sobre todo después de esos atardeceres mágicos en que uno se abre hacía el mundo de las confidencias en buena compañía.
Siempre me han fascinado la complicidad y la magia que se respiran en las reuniones femeninas, quizás porque crecí entre mujeres.
ResponderEliminarSi a eso le añades ese entorno de call gironí, manjares y licores... la noche debió de ser perfecta.
Parece un buen inicio para unas vacaciones que te deseo felices, Cristal.
No hay pócima ni elixir más eficaz que la risa cómplice de unas amigas compartiendo noches eternas..
ResponderEliminar¡ círculo encantado y mágico !
Nos unimos en espíritu a ese grupo.
Un saludo cariñoso :-)
Refrescante e inesperada entrada, amiga cristalina.
ResponderEliminarEs cierto, esas veladas entre mujeres tienen siempre algo, o mucho, de rituales ancestrales de los tiempos antiguos, cuando la unión con la Madre Tierra era más palpable.
Ah! Y lo mejor: puse la melodía que colocaste al lado derecho, y me sorprendí gratamente al escuchar a mis adorados Beatles, con la inolvidable Let it be . ESO es lo que hay que hacer: dejarlo ser, y permitir que todo fluya.
Un beso
(PD:- quedé intrigada con un término que utilizaste,desconocido para mi: "el call abre sus ojos...". Me parece muy lindo, aunque no lo entienda)
Hermoso relato, así somos cuando nos reunimos. Brillante. Un lujo descubrirte. Te sigo. Un abrazo.
ResponderEliminarSiento debilidad por Girona. Se nota que tenéis buen gusto las brujillas...Os imagino hablando a casi todas a la vez y escuchando al mismo tiempo. Esa capacidad sólo la tenéis las mujeres, además de otras muchas, claro.
ResponderEliminarSupongo que se trata de una despedida antes de comenzar las vacaciones. Tienta asistir furtivamente a una de esas celebraciones...La de cosas que se deben escuchar....
Un abrazote, amiga del alma. Que te sea propicio y venturoso el aire de la sierra de Gúdar....
Es una delicia esta entrada, me gusta tu lenguaje es estupendo.
ResponderEliminarMe gusta este festín de brujas que en complicidad dan festividad, magia y algo de locura. Me gusta esta entrada porque trasmitiste muchos elementos donde me quedo fascinada, besos
Curioso...cuando la señora del caos se reúne con sus amigas también lo llaman Aquellare...hasta un día fueron todas vestidas de bruja!!!
ResponderEliminarCasualidad o entrelazamiento cuántico?
Que opinaría el amigo Entagled?
Querido Yandros:
ResponderEliminarLa señora del Caos, hubiese sido muy bien recibida en ese grupo, sin duda alguna! y hubiese aportado parte de esa aura de serenidad que despide ¿verdad?. Que en estos tiempos que nos "aquejan" es algo inapreciable...
Y no sé si será entrelazamiento cuántico o que será, pero hace ya mucho que no creo en las casualidades y creo que tú tampoco.
En cuanto a lo que opine el amigo *entangled* al respecto te diré: que sus caminos y los del señor, son inescrutables... amigo,jeje
En fin! un abrazote y avisad si venís.
Hola Cristal
ResponderEliminarAcabo de iniciar un nuevo blog (solo para lectores invitados) y si te apetece me pasas tu correo y te mando una invitación
Sin compromiso, claro
El mio es:
piliamparo@telefonica.net
Besos, todos los posibles
Pi o Amparito
El poder de las meigas!!! que sería de este mundo sin ellas.
ResponderEliminarUn besazo Cristal
Antiqva:
ResponderEliminarCinco brujas juntas y alguna en la distancia, fent entremeliaduras es lo mejor del mundo. Casi, como detener el tiempo... o sin casi? jejeje
Un beso, amigo
Antuán:
ResponderEliminarMás allá de un estado de ánimo, no existe la tristeza, amigo.
Y toca cuando toca... ¿verdad? pero cinco brujas juntas alejan cualquier "malaje" habido y por haber...
En fin! un abrazo y gracias por acercarte.
Krapp:
ResponderEliminarHombre,doctor... amplio me lo poneis...entre Nueva York y Zugarramurdi... pero suscribo ambas cosas, amigo, porque la amistad no tiene tiempo ni fronteras.
Fue una noche perfecta-
Godot:
ResponderEliminarPues muchas gracias por tus deseos, Godot. Aunque mis vacaciones ya pertenezcan al pasado... aisss
Y totalmente de acuerdo en lo del call de Girona, embellece cualquier cosa.
Saludos.
Abril:
ResponderEliminarPues bienvenida seas a ese grupo, amiga.Nunca sobrará nadie con buenas intenciones.
Abrazos.
Liz:
ResponderEliminarPues es verdad, esas reuniones van más allá de la literatura al uso sobre ellas y acostumbran a resultar una fuente de energía para las participantes. Sólo faltabas tú... jeje!
Quizás algún día, quien sabe...
Un beso, preciosa.
Alma:
ResponderEliminarSí, así somos, fuertes y solidarias, pese a quien pese. Muchas gracias por tus palabras y bienvenida a este espacio.
Un abrazo.
Luis A.
ResponderEliminarLas "brujillas" como tu dices, somos eso y mucho más... pero es cierto que la complicidad en una reunión de mujeres, fluye con más facilidad que en las vuestras... pero seguro que también os resultan agradables.
Y en Gúdar, perdida entre árboles y dólmenes, pasé ocho días magníficos, desde luego que sí.
A ver si alguna vez hacemos por coincidir, amigo.
Un abrazote.
Mixha:
ResponderEliminarPues me alegra y me halaga que a una escritora de tu clase, le guste mi lenguaje. Muchas gracias por decir eso, querida. Una de gambas "patí" jejeje...
Estoy segura además, de que te hubieses sentido como pez en el agua en esa reunión.
Un besazo-
Pi:
ResponderEliminarPues muchas gracias por tenerme en cuenta para ese blog de lectores invitados. Ya mismo, te envío ese correo y perdón por la tardanza...
Un abrazo, preciosa.
Rosiña de mi corasón:
ResponderEliminarSin las meigas, este mundo sería aún un lugar muuucho más oscuro. Dí que sí! la vida en general, la de todos... se mueve entre mujeres, desde que llegamos hasta que nos vamos.
Un besazo.