Ambiente de tiza, cromos y bocata. Aroma de goma de borrar y viruta de lapicero mezclado con lavanda. Y ese vocerío incontrolable que se va diluyendo lentamente en un rumor indefinido que se evapora tras una puerta.
El poder de la palabra, pulsando el “mute”.
Grandezas y miserias de un universo siempre presente, condensado en un ancestral código de comportamiento, que sucede la mayor parte del tiempo en medio de un silencio ficticio de miradas despiertas y oídos atentos.
Complicidades indestructibles que se quiebran en el tiempo.
Es la vida…. Y se mueve…
Hoy, he acompañado a una amiga a dejar a sus sobrinos en el cole... y los recuerdos entran a fondo por la nariz... ¿verdad?
ResponderEliminar¿Nos vamos a poner nostálgicos?
ResponderEliminarLa verdad es que cuando entras a un cole se agolpan los recuerdos, también por la nariz, faltaría más..
Sí, amiga, los colegios tienen un olor muy peculiar y fuerte, y luego están su sonido y su silencio forzado en las aulas, en medio de la clase, donde sólo se oyen la voz del profesor y el pasar de las páginas de los libros (aparte de algún cuchicheo, jeje).
ResponderEliminarYo fui alumno de pupitre antiguo, de esos que aún conservaban su hueco para poner el frasquito de tinta china. Y lo que más vivamente recuerdo es esa explosión de risas, gritos, juegos y carreras que llamaban "el recreo", donde parecía que ese silencio forzado de las clases explotaba en mil voces, hartas de estar contenidas.
¿Y el pase de papelitos entre pupitre y pupitre? ¿y el lanzamiento de papeles enrrollados y gomas de borrar, cuando se ausentaba el profe? Jajaja.
Son muchos pequeños recuerdos, y la mayoría gratos, sobre todo por los amigos.
Un abrazo, amiga "colegiala".
Hola Cristalook:
ResponderEliminarMira si tendrá intensidad ese recuerdo que no sólo lo recuerdo en general sino que conservo el aroma de muchas de las clases por la que pasé, porque sí, cada clase tiene sus olores que se conserva eternamente.
Un abrazo.
Por un momento he vuelto muchos años atras. No solo por los olores, sino por todo lo que rodeaba esos primeros días de colegio. Reencuentros, descubrir, reir, novedades etc...
ResponderEliminargenial
A mi en cambio el comienzo de cole me sentado peor que a mis hijas (ellas tan contentas)
ResponderEliminarPero como ya me voy conociendo es el cambio de ciclo y se que se me pasa y vuelvo a ser "yo misma" de nuevo. Hoy ya me siento así.
Y tienes razón, los recuerdos entran por la nariz (esta científicamente comprovado) aunque la literatura con Proust, por ejemplo, y la intuición ya nos lo habían dicho mucho antes ¿no crees?
En cuanto a lo que me preguntaste sobre un animalito a contraluz de mi blog te contesto:
Por aquí jinetas nunca he visto (no se si hay)
Esto es una "vulgar" ardillita de parque que está acostumbrada a los humanos...
Y "vulgar" entre comillas porque solo hay que verlas jugar al escondite entre ellas para adividar que, de vulgares, no tienen nada.
Gracias por todos tus comentarios Cristal
Y besos, todos los posibles,
Pili Amparo
Ays, que etapa más mítica y recordada la del cole. Yo he trabajado en un insti, pero no es lo pispo que el olor a goma de borrar, a lapicero y a estuche de los coles... Micho I de Gato te manda un afectuoso MeeooW!!
ResponderEliminarMuy bonito ¿pero donde quedaron las nauseas nocturnas del niño tímido y apocado que tiembla de miedo por ir a reencontrase con su compañeros?
ResponderEliminar¿Dónde queda la angustia del profesor que lleva una semana a base de ansiolíticos para aguantar lo que le espera?
¿Donde queda la humillación, la soberbia, el chantaje, el autoritarismo y la prepotencia de los días escolares?
Era un lapsus, la poesía puede proseguir.
A mí, tampoco me trae muy buenos recuerdos el Cole y sin embargo te leo y me entra como una nostalgia que me encoge. Supongo que al final, lo bueno que siempre hay en todo,también deja su huella. Y hay olores tan característicos como esos que citas que solo leerlo, te transportan.
ResponderEliminarSaludos Cristal y vaya lío con lo de Borges...
También es un tiempo dónde la noche vence al día y dónde poco a poco los ocres,amarillos y rojos dominan al verde.
ResponderEliminarYo cuando pienso en el cole los pelos se me ponen en punta.
Un saludo
Calla, calla...que a algunas ni nos han empezado las clases como deben ser y ya estamos amargaditasssssss...ya te contaré!
ResponderEliminarPara que los recuerdos escolares me entraran de nuevo por la nariz, deberían desaparecer las mamás, los papás, las abuelitas y los abuelitos atropelladores, exageradamente chillones y teatralmente cariñosos.
ResponderEliminarY ahora es cuando realmente me pregunto si me gustaría aspirar esos recuerdos...
Huyhuyhuyyy, pero qué otoñal me he puesto! Venga, alegría, alegría y mil besos!
Los encerados clásicos de tiza polvorienta están siendo erradicados. En su lugar, pizarras velleda y digitales...
ResponderEliminarHasta las míticas gomas de borrar “Milán”, las virutas de lapicero y los bocatas son casi testimoniales... En su lugar, rotuladores, bollería con colesterol...
Ya no se juega a cromos desde hace muchos años y es una pena...
Sigue el vocerío, algunos parvulitos aún huelen a “Nenuco” y la esencia no ha cambiado: la interactividad alumnos/profesores con la complicidad que cada uno sabe aportar al proceso.
En algunos institutos han comenzado a instalar tornos que vigilan la asistencia de los alumnos y que envían un SMS a los padres si detectan ausencias. Con lo que cuestan estos artilugios – 12.000 € - se podría amortizar durante varios cursos el coste de una persona de Secretaría que llevase a cabo esa función de forma más personalizada...
“Es la vida…. Y se mueve"
Cristal:
ResponderEliminarComo ves, el colegio trae recuerdos de distinto signo a muchos de los comentaristas.
Sopesándolo todo, creo que si algún demiurgo me ofreciera la posibilidad de volver a vivir mi etapa escolar, mi respuesta inmediata sería: «Antes muerto».
A pesar de lo dicho anteriormente, o sin pesar ninguno, tengo que añadir que estoy de acuerdo con el señor Entangled.
ResponderEliminarYo era muy de "novillos", que luego se llamaron "pellas", y me ausentaba del colegio todo lo que podía y más.
Recuerdo que una vez acompañé a un amigo al viejo colegio, en el que él seguía estudiando (yo ya me había ido), y nada más acercarme, subiendo aquella escalera antigua de madera, me entró como un vahído. No pude soportar tantos recuerdos agolpados en esa mezcla tan peculiar de olores.
Pero esto pertenece a la historia personal. No es una crítica negativa a los colegios de entonces. Cada uno habrá tenido su experiencia, y la mía no fue muy buena.
Después, en "la puta mili", sentí algo parecido...
Saludos.
Pues sí, amigo Entangled, el colegio y su recuerdo, siempre es generador de controversia. Anteayer, acompañé a esa amiga, pero los niños eran aún demasiado pequeños como para sentirse mal en el cole, más allá de la "mamitis" correspondiente. Pero ese olor característico de las clases... me transportó a otra época.
ResponderEliminarUna época a la que por cierto, yo tampoco volvería "ni muerta", por más que mis letras puedan llevar a engaño a más de uno.
Nos vemos.
y entonces...play!
ResponderEliminar(ya visité a mr Druida en el post indicado...creo que no me ha visto)
mil besos,chica mala*
Y llega la hora del patio... ¿Será la vida condensada en pocos minutos?
ResponderEliminar:)
Besote en el cogote!
Los olores nos llevan y nos traen a tiempos pasados. Y el colegio es de esas cosas que ha dejado huella en todos nosotros, además esta etapa dura lo suficiente como para acumular malo y bueno, como en todas las demás.
ResponderEliminarMe has hecho recordar, Cristal.
¡PLÍÑ!,un veinte (que no es nota sino plineo de segunda decena)
ResponderEliminarMenoz mal que lla no tengo que ir al cole, aunque a vesesme disen que quisás debería
¡Oiga!, lo de 00 tras su nombre es que no tiene alcol?
Si quiere compro una boteyita y nos comemoh unah sardina impábidas que tengo en el congeladó
No vaya vd. al cole Sr. Luzbella, que perdería esa frescura que gasta.
ResponderEliminarLo de mi 00, es que estoy bajo mínimos y que en realidad soy prima lejana de Bond. Yo es que soy muy rara, ¡que quiere que le diga!
Y... ¡vale! yo pongo el gazpacho, y venga esas sardinassss.
Afortunadamente, la vida se mueve. Y mi entrepierna también.
ResponderEliminarEso será, porque mañana te has apuntado a la cursa de La Mercé.
ResponderEliminarSieejjjqueee!!!
En estos momentos me encuentro inmersa en ese ambiente que tan bien has descrito y, aunque haya habido innumerables innovaciones técnicas, el ruido de las entradas, de los pasillos, las carreras... siguen siendo el pan nuestro de cada día.
ResponderEliminarLo mejor: la relación afectiva que se establece profesor-alumno, la curiosidad, el deseo de aprender y la creatividad de los niños, eso afortunadamente permanece.
Me ha gustado mucho tu entrada. Te felicito Tocaya.
Un fuerte abrazo.
En estos momentos me encuentro inmersa en ese ambiente que tan bien has descrito y, aunque haya habido innumerables innovaciones técnicas, el ruido de las entradas, de los pasillos, las carreras... siguen siendo el pan nuestro de cada día.
ResponderEliminarLo mejor: la relación afectiva que se establece profesor-alumno, la curiosidad, el deseo de aprender y la creatividad de los niños, eso afortunadamente permanece.
Me ha gustado mucho tu entrada. Te felicito Tocaya.
Un fuerte abrazo.
Incesantemente amiga... Incesantemente ;)
ResponderEliminarbesos!!!
¡Mmmmm.... me encantaban esos olores a goma, a libros nuevos, a lápices Alpino y a carteras recién compradas! Luego el cole en sí, estaba bien, pero se estaba mejor en la cama :-)
ResponderEliminaraunque reconozco que es una de las mejores etapas de la vida ¿verdad?
Un besazo grande.
Pues sí, he estado en tu ciudad, ir y venir, la verdad.
ResponderEliminarLlovía, llovía mucho.
Te agradecería que si vienes por aquí y tienes tiempo te reserves unos minutos para tomar un café ¿sí?
Un beso
VITA:
ResponderEliminarLos Coles son un generador de nostalgias varias, así es amigo.
Abrazossss
ANTONIO:
ResponderEliminarHay toda una coreografía pactada desde hace siglos en los colegios, para mal y para bien... desde esas batallitas de papelitos hasta los matones de patio...
Claroscuros de una época común a todos. Toca lo que toca y a quien toca...
Entiendo bien de que hablas, tanto en tu primer como en tu segundo comentario.
Abrazos.
JOSEP:
ResponderEliminarEn ti no me extraña nada eso que explicas. Eres de matices mínimos, no hay más que leerte.
Afortunado en percepción, a todos los niveles.
Un día me tendrás que explicar a que olía tu clase de COU, jeje!
Abrazos!
:):)
FERNANDO:
ResponderEliminarTodo un imaginario compartido la Rentrée... Un momento especial en el año. De hecho para muchos es su auténtico inicio.
Saludos, amigo.
Da vueltas, la vida, ¿verdad?
ResponderEliminarDarling, ayer cuando te busqué ya no estabas, supongo que me viste a tope con la recogida y discretamente te fuiste ;-) Sorry... Hablamos o nos vemos cuando quieras.
Un beso enoooooorme.
Sin parar, Elenita... da vueltas y más vueltas...
ResponderEliminarLa verdad es que sí, te vi muy atareada. Y en breve te envío un mail.
Kisses, Fairy!
AMPARITO:
ResponderEliminarNunca las ardillas han sido vulgares, para nada! Durante una breve temporada, tuve una familia de ellas alojada en el jardín de una casa en la que viví, y me alucinaba, su actividad y su inteligencia.
Y la Rentrée es lo que tiene, que da la sensación de cambio de ciclo... a ell@s siempre les viene bien y a nosotros se nos hace más cuesta arriba. Te entiendo bien.
Besos, Pili
DUNCAN:
ResponderEliminarNo sabes los que me alegro de veros por aquí a ambos. Los olores son de las cosas que más nos trasportan a otras épocas.
Besos para los dos.
P.D.: Tengo gata nueva, jeje! (además de la otra, claro)
KRAPP:
ResponderEliminarBueno, doctor, verá vd., los niños con los que ayudé a mi amiga son "parvulitos". Tiempos les vendrán en que habrán de enfrentarse a todo eso que mencionas, ¡sin duda! pero de momento, aún es tiempo de disfrutar de todo lo bueno del cole. Que también lo hay.
Abrazossss
FELIPE:
ResponderEliminarDescribes bien esa sensación, "una nostalgia que te encoge" ¿y a quién no? El Cole es todo un Universo... un auténtico ensayo de lo que nos espera en nuestra vida de adultos, con el agravante de que muchas veces los niños por motivos diversos, están en indefensión total. Pero habrá que quedarse también con lo bueno, que seguro que también lo hubo.
Abrazos, amigo.
YURI:
ResponderEliminarCreo que somos mayoría los que no volveríamos al cole "ni muertos" como dice Entangled, pero tienes razón... ¡vamos a disfrutar del maravilloso Otoño! y a olvidarnos de las malas épocas y las malas personas.
Abrazos, compañero.
BUTTER:
ResponderEliminarEs que en tu caso, la cosa cambia... es muuuuu fuerte lo tuyo!! Pero este año a ponerse las pilas Mademoiselle de la Rochelle... y todito a la primera!!! ¡no querrás pasar otro año ahí... y encima con los de primero!
Dale fuerte darling!!!
P.D. Y cuéntame... cuéntame... jeje!!
MERCEDITAS:
ResponderEliminarPues lo tienes "jodido" darling, los papás, las mamás y los abuelitos chillones histriónicos, forman parte del mobiliario de los coles desde tiempos inmemoriales...
Pero si no lo tengo mal entendido, tú, te liberaste en su día ¿no?.
En todo caso hay momento inevitables de recuerdo, come el de ese día que me acerqué con mi amiga al cole de sus sobrinos.
Besosssssss, montones de besos!
Hola de nuevo LUIS:
ResponderEliminarEstos días andamos de cruces, amigo.
Desmitificador comentario, muy comprensible en tu caso. Imagino que poco a poco las nuevas tecnologías van invadiendo la Escuela, es lo normal.
Pero yo estuve en un colegio de parvulitos, (multiracial y encantador por cierto...) donde los lápices y las gomas aún son los reyes, y ese olor tan característico de la infancia lo inundaba todo...
Abrazos de nuevo.
RAYU:
ResponderEliminarTu conoces bien ese "play" ¿verdad?
Te vi, te vi, en el espacio del Druida compañera.
Miles de Muas!
GABI:
ResponderEliminarMe encanta como en dos palabras eres capaz de resumir toda una época.
Besazos, amigo.
ANÓNIMO:
ResponderEliminarlo repito de nuevo, pero es que es tal cual. Los olores despiertan algún mecanismo cerebral que nos hace recordar sin duda. Y tienes razón, la época escolar es todo un ensayo vital.
Saludos y gracias por acercarte siempre, amig@.
TOCAYA:
ResponderEliminarEs evidente, que nada puedo explicarte a ti sobre esto, (y sobre nada...) pero es evidente que hay cosas que nunca cambian. Eso fue lo que recordé.
Besos, montones de besos Tocayita.
ISIS:
ResponderEliminarTampoco a ti, puedo explicarte nada sobre este tema ( y de nuevo sobre ninguno...) pero me encanta encontrarte Diosa.
Besossss!!!
CANDI:
ResponderEliminarNo sabes cuanto me alegra verte de nuevo en mi espacio, querida.
Y no sé si una de las mejores épocas, pero sí una de las que me deja más huella, ¿verdad?
Besos preciosa.
PEDRO:
ResponderEliminarPues en breve, aunque de paso, estaré por tu ciudad, amigo. A ver si saco tiempo para tomarnos ese café.
Abrazossss.
Por alguna razón me devuelven los correos.
ResponderEliminarTe lo digo aquí.Varias cosas
Lo primero, encantado, será un placer, muchas gracias.
Y.
Si hay motivo, nos leemos como si fuésemos de la familia, tanto tiempo.
Hablamos
Un besazo.