domingo, 28 de septiembre de 2008

Amor líquido y otras menudencias

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La interrupción, la incoherencia, la sorpresa, son las condiciones habituales de nuestra vida. Se han convertido incluso en necesidades reales para muchas personas, cuyas mentes sólo se alimentan de cambios súbitos y de estímulos permanentemente renovados.
Ya no toleramos nada que dure.
Ya no sabemos como hacer para que el aburrimiento dé fruto.
Entonces, todo el tema se reduce a esta pregunta :
¿La mente humana puede dominar lo que la mente humana ha creado?

Paul Valéry. Poeta y ensayista del XX
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Sygmunt Bauman. Sociólogo y ensayista de principios del XXI


Lo que en realidad nos gustaría - dice Bauman- es poner en cada relación un cartel, de que se trata de un compromiso hasta nuevo aviso. Cualquier alusión por leve que sea al compromiso, aterra y se toma como un atentado a la libertad individual. Cuando habla de sociedad o amor líquido, nos remite a la metáfora del líquido cuya característica definitoria es que fluyen y son incapaces de mantener su forma. Como el agua de un río, que siempre llevará agua pero nunca la misma ni en el mismo lugar...

Se trata el amor y la amistad como un producto más de la sociedad de consumo. Todo basado en la relación coste-beneficio conveniencia.
"La razón que promueve la civilización es la razón del auto-interés y de la búsqueda de la propia felicidad", a través de otros o a costa de ellos, sin importar la cantidad. Lo importante es la ausencia de compromiso y no ser un rehén del destino. Miedo a establecer relaciones duraderas.

Sigue diciendo Bauman que todo está pensado para pasar de un deseo al otro, para apagar rápidamente los viejos y dejar sitio a otros nuevos. La divisa de la sociedad de consumo: "si no queda satisfecho le devolvemos su dinero" se ha convertido en el paradigma de toda relación.
Creemos-dice- que la capacidad amorosa crece con la experiencia acumulada, que el próximo amor será una experiencia aún más estimulante que la que se disfruta actualmente, aunque no tan emocionante como la que vendrá después de la próxima.

Añade, que por un lado, en un ambiente líquido, necesitamos amigos más que en cualquier otro momento del pasado. Por otro, sin embargo, la amistad o el amor es un baile a dos y requiere de un compromiso firme y permanente, que casi nadie está dispuesto a asumir hasta el final, porque nos puede atar de manos en caso de que la situación cambie y aparezcan nuevas oportunidades más atractivas o con más prestaciones. Aparece entonces el miedo "liquido" of course! a que esas oportunidades sean peores que las que hemos abandonado... en una espiral que en nada favorece a que florezcan las amistades o el amor...

Ninguna clase de conexión que pueda llenar el vacío dejado por los antiguos vínculos ausentes tiene garantía de duración. Es más, esa conexión, no debería estar bien "anudada", para que sea posible desanudarla rápidamente cuando las condiciones cambien...

Y así sucesivamente... y la verdad es que lo "ha clavao"

Moraleja: ¡Pues si que estamos apañaos! (que ya me estaba poniendo mu tremenda)

A pesar de todo, el hombre se confiesa optimista... no sé yo... dice que en el pasado ha habido muchos y graves problemas sociológicos a los que la humanidad ha sido capaz de dar solución y que cree y espera que ahora también lo haremos.
Pero mientras tanto... ¿cuántos ahogados habrá en tanto líquido?

16 comentarios:

  1. Pues mi querido Bauman tiene razón. Hay... cuanto bauman hay entre mis hojas de psicología...

    Ya lo digo yo, siempre creemos que la luna de mañana será mejor que la de hoy y así van pasando nuestros días buscando el disfrute del mañana sin fijarnos en lo que tenemos entre las manos y disfrutar de ello.

    Ay... cuántos altos en nuestro camino tendríamos que hacer cada día, para reflexionar, para meditar y para parar nuestra ansia absurda de la búsqueda de.. qué? qué?.

    Bonita reflexión y gran acercamiento de Bauman.

    Un beso

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  2. Quizá el líquido es el tránsito y el polvo es el final, porque de los líquidos nacemos y en polvo acabamos. Y el amor vive huyendo para no convertirse en sedimento.

    Chuff!!!

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  3. Adriana, "nuestro" querido Bauman tiene más razón que un santo. Con honrosísimas excepciones las relaciones de hoy día, y casi todo, son relaciones Kleenex, de usar y tirar, Confiemos en que tenga razón y sepamos como salir de ésto.
    Aunque yo no soy tan optimista...
    Mientras tanto seguiremos intentando disfrutar las lunas que podamos.
    Un beso.

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  4. Zenyero, "el amor vive huyendo para no convertirse en sedimento"
    en poco, has dicho mucho...
    Besos y gracias por venir hasta aquí.

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  5. Yo tampoco soy tan optimista..pero bueno habrá que tener un poco de esperanza...
    como me gusta Valery, es el ingeniero poeta, sus palabras son de un precisión deslumbrante...
    besos

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  6. Ingeniero de las palabras si era Roberto, decía algo sí como: "Todo poema que no tenga la precisión de la prosa no vale nada". ¡Poesía precisa! extraño concepto que el ponía en práctica a la perfección.
    En cuanto al optimismos... dicen que un pesimista es un optimista bien informado... será eso...

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  7. Una reflexión interesantísima.
    Por una parte es verdad que vivimos la cultura del usar y tirar.Por otra, no podemos considerar lo permanente como inmovil.Es cuestión de madurez para diferenciar lo sólido de lo líquido

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  8. En eso estriba la dificultad, Sr. Doctor, en la falta de permanencia.Todo se sustituye al menor problema, o sin problema...
    En cuanto a la madurez... no sé, hoy tengo un mal día... Creo que hay gente que se salta esa fase y pasan de verde a podrido directamente. En fin...
    Muchas gracias por venir hasta aquí
    y en momento le visito.

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  9. " YA NO TOLERAMOS NADA QUE DURE"...QUE DOLOROSA Y CIERTA FRASE...NUESTRA GENERACION ES LA DE LOS CICLOS, LA DE TODO ACABA, LA DE NADA ES PARA SIEMPRE...QUE TRISTE QUE HAYAMOS DEJADO DE CREER EN EL AMOR ETERNO, LA AMISTAD SIN CONDICIONES Y TODO LO QUE NO TENIA FINAL...

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  10. Wanda, quizás todo tiene un final, pero lo grave, es que ya lo comenzamos con intención de acabarlo... o con ese espíritu de "transición eterna" esperando no sé sabe muy bien qué? y así nos va...

    Besos!

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  11. Te felicitó (sinceramente) por la moraleja que expones: un auténtico prodigio de concisión y certeza. Quién no ha querido alguna vez, después de leer a Cioran, Sartre, etc., gritar un terrible: ¡Pues sí que estamos apañados!

    Un saludo muy muy cordial

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  12. Si en el pasado la mayoría de las relaciones eran en realidad un simple contrato entre familias y ahora son un producto de consumo más, habría que preguntarse de donde ha salido el invento del amor eterno (de la literatura y el cine, por supuesto).
    Pero el ser humano ha de creer en cosas imposibles, porque la recompensa es mayor cuando se hacen realidad

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  13. Pues sí Sra. Sirena V., la ironía es un recurso muy válido ante lo irremediable. Y es que el "temilla" se las trae.

    Kefalay, tienes mucha razón , la literatura y el cine han alimentado ese mito del amor altruísta, sin egoismo y de entrega total,y así nos va!
    Ese tema da para varias entradas.

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  14. El hombre es su propio límite, todo depende de el, su mente es el, el conduce su destino.
    Yo elegí ser lo que soy, no por temor al compromiso, sino porque el consumismo se llevó mi sueño de las cosas imperecederas, y elegí quedarme estático para no chocar con el mundo al que todos los días cambian de lugar.
    Mis recuerdos para vos, y también te espío cada tanto.

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  15. Si, pero aunque no queramos, ese mundo cambiante siempre nos influye, de una forma u otra. Aunque sólo sea a través de los que nos importan. Me alegro que de tanto en tanto vengas hasta aquí, Daniel.

    Besos

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  16. ¡Hola!

    Este tema me interesa. He experimentado cierta evolución en cuanto al disfrute del presente. Antes me costaba más apreciar su importancia y sólo lo revivía una vez pasado. Ahora soy más paciente; procuro disfrutar con lo que tengo en cada momento. Esto me lo han enseñado las experiencias; sin embargo, cuando uno se siente insatisfecho, es lógico que piense en un futuro, como parte de la esperenza por mejorar.

    Un saludo. Cuídate

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