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Para S.V.
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Hace unos días en una red social a la que estoy adscrita
desde hace un tiempo y en la que participo de forma un tanto irregular y
bastante puntual, llegó hasta mí un breve texto de alguien a quien admiro mucho. Se trata de una pequeña pero significativa parte del discurso de ingreso en la RAE de Ana María
Matute, lo que me hizo recordar el
comentario que un lector habitual de La
Mirada de cristal dejó en una de mis
entradas, porque amablemente creyó que de alguna forma me concernía. En esta
ocasión la autora es Soledad Puértolas y el escrito pertenece asimismo a su discurso
de investidura como académica. En mi opinión, cada uno en su estilo, ambos
pasajes guardan una gran similitud, probablemente porque
versan sobre lo mismo.
En ellos, las dos escritoras a las que admiro sinceramente,
explican el sentimiento íntimo y último que les inspira la escritura… y como llegaron a ella. O quizás debería
decir, como las “atrapó”. A la distancia justa y oportuna, por supuesto a años luz de la excelencia de ambas, me
identifico total y absolutamente en esas letras. En las de las dos.
Casualidad o
causalidad, el recordatorio de Ana María Matute que me transporta hasta el de
Soledad Puértolas, llegan en un momento
que afecta a este espacio y por ende, a mí, a partes iguales. Incluso me
atrevería a afirmar que también a muchos de los que mantenéis un blog abierto desde
hace ya un cierto tiempo… Me refiero, a que estoy casi segura de que casi todos
los que estáis en la misma circunstancia
que describo en mi entrada anterior, si examináis vuestro blogroll, encontraréis
en él, casi las mismas bitácoras activas que inactivas… Parece como si poco a
poco, sin importar las causas, se fuese perdiendo la motivación si no para
escribir… sí para seguir publicando. Por no alargarme y en un análisis más que
somero, se podría decir que más allá de la vanidad que comporta el hecho de hacer públicos nuestros
escritos y que puede llegar a convertirse en una molesta obligación (de las que
todos vamos más que sobrados) el hecho de mantener estas bitácoras, llega a
cansar. No así, el hecho de escribir…
que creo una elección a la recíproca. Los que escribimos, mejor o peor, ninguno
comenzamos en ello “ayer”. Hay en todos los que lo hacemos, un lejano "click" de inicio. Como un punto de partida. Cada uno posee el suyo... o él nos posee a nosotros... resulta difícil dilucidarlo.
En fin, estoy segura de que si leéis ambos fragmentos,
entenderéis mucho mejor lo que torpemente intento transmitiros. Y quizás, como
yo, alguno de vosotros encuentre en ellos una razón para seguir haciendo llegar nuestros “para nada”, a
través de la red de redes. A pesar de
esta vorágine que nos envuelve y que por momentos parece que vaya absorbernos.
“ Porque escribir, para mí, ha sido una constante voluntad de atravesar el espejo, de entrar en el bosque. Amparándome en el ángulo del cuarto de los castigos, como apoyada en algún silencioso rincón del mundo, me vi por vez primera a mí misma, avanzando fuera de mí, hacia alguna parte a donde deseaba llegar. Hacia una forma de vida diferente, pero certísima, aunque nadie más que yo la viera. En las sombras surgía, de pronto, la luz; recuerdo que ocurrió un día, al partir entre mis dedos un terrón de azúcar y brotar de él, en la oscuridad, una chispita azul. No podría explicar hasta dónde me llevó la chispita azul: sólo sé que todavía puedo entrar en la luz de aquel instante y verla crecer. Es eso lo que me ocurre cuando escribo.(...)
Porque escribir es, qué duda cabe, un modo de la memoria, una forma privilegiada del recuerdo; yo sólo sé escribir historias porque estoy buscando mi propia historia, porque acaso escribir es la búsqueda de una historia remota que yace en lo más profundo de nuestra memoria y a la que pertenecemos inexorablemente.
Escribir es como una memoria anticipada, el fruto de un malestar entreverado de nostalgia, pero no sólo nostalgia de un pasado desconocido, sino también de un futuro, de un mañana que presentimos y en el que querríamos estar, pero que aún no conocemos, una memoria anticipada, más fuerte aún que la nostalgia del ayer, nostalgia de un tiempo deseado donde quisiéramos haber vivido.
La literatura es, en verdad, la manifestación de ese malestar, de esa insatisfacción expresada de tantas maneras como escritores existen; pero también es, sobre todo, la expresión más maravillosa que yo conozco del deseo de una posibilidad mejor.
Para mí, escribir es la búsqueda de esa posibilidad. Una búsqueda, sin duda. Y, a veces, hasta feroz. Algo parecido a una incesante persecución de la presa más huidiza: uno mismo. Esta búsqueda del reducto interior, esta desesperada esperanza de un remoto reencuentro con nuestro «yo» más íntimo, no es sino el intento de ir más allá de la propia vida, de estar en las otras vidas, el patético deseo de llegar a comprender no solamente la palabra «semejante», que ya es una tarea realmente ardua, sino entender la palabra «otro». Es el camino que un escritor recorre, libro tras libro, página tras página, desde lo más íntimo a lo más común y universal. Sólo así lo personal se vuelve lícito.
Ana María Matute.
"De los cuentos que me leyeron en la infancia y que luego leí y fui escogiendo por mi cuenta, me fijaba sobre todo en aquellos personajes que se quedaban un poco atrás, un sapo desorientado, un elefante patoso, una gallina de plumaje deslucido. Más tarde, cuando entraron en mi vida relatos que trataban de gente parecida a mí, de niñas inquietas y soñadoras que no entendían el mundo de los adultos y que preferían refugiarse en sus fantasías, comprendí que en la vida había muchas pistas que parecían asuntos secundarios y que daban pie a historias verdaderamente principales.
Era yo, al escogerlas, al ir descubriéndolas e inventándolas, quien las convertía en principales. Finalmente, eso es lo que hago cuando escribo ficciones, convertir en protagonistas a personajes que, antes de ser escogidos, podían pertenecer al universo de lo secundario.
Soledad Puértolas
Bellísimos textos- La escritura es búsqueda, es memoria, es ¡tantas cosas¡¡
ResponderEliminarUn abrazo
Pues sí, Fernando, ambos textos son bellísimos. Y la escritura es todo eso y mucho más. No sólo la escogemos nosotros, ella también lo hace a su modo.
EliminarUn abrazo.
y margueritte duras dijo: "escribir no nos salva de nada.pero no puedo evitar escribir."
ResponderEliminarabrazos, vecina*
Silvia:
EliminarCon esa vida que ella tuvo... tenía para escribir en tres vidas más que viviese... ¿verdad? De las grandes, grandes!
Mil besos, vecina**
Que bien, leerte de nuevo, Cristal.
ResponderEliminarNo hace mucho leí un texto tuyo que sintoniza muy bien con los dos textos que nos traes, creo recordar que se llama -mirada mágica- o así ;) también otros, pero el que me vino a la cabeza al leer a Matute y Puértolas fue ese, porque me emocionó mucho.
Entiendo bien que te identifiques en esos discursos.
Un abrazo.
Creo además, aunque no estoy seguro, que alguien en los comentarios de ese post que menciono, hacía referencia a Ana María Matute y tu forma de escribir. Pero el de Soledad Puértolas, se te ajusta tanto o más que el de Matute, ambos están muy bien traídos. Creo que tus lectores te conocen bien.
ResponderEliminarGodot:
EliminarQuizás te refieras a
Mágicas miradas
Sea como sea, muchas gracias, a todos los que de alguna forma, por mínima que sea, habéis hallado en mis escritos similitud con ambas escritoras. Ando lejos de su excelencia pero no de ese sentimiento que nos imbuye la escritura o la lectura a tantos.
Muchas gracias por leerme y por tus ánimos, amigo.
Pues bienvenidos esos preciosos discursos, en los que también yo te identifico. Venir hasta aquí es en la mayoría de ocasiones un bálsamo o un motivo de reflexión.
ResponderEliminarGracias por seguir ahí C.
Sarita:
Eliminar¿Qué decirte a ti, que tú no sepas del sentimiento que escribir nos provoca a muchos? De ese escape alternativo, a veces dulce y a veces amargo, pero totalmente necesario para seguir adelante.
Una búsqueda de uno de nuestros "yos" más auténticos. Sin importar quien te lea o lo que piense... Tú sabes bien a que me refiero. Por no hablar del placer de la creación, eso, que tan bien explica Soledad Puértolas, en su discurso.
En fin! aquí sigo y seguiremos muchos, atravesando el espejo hasta quien sabe cuando.
Un gran abrazo.
Muy interesante tu aportación, siempre me gusta leer textos que hablan del escribir y de la relación del escritor con la creación. Los escritores llevan tres vidas complementarias y a la vez diferentes: su vida privada, la vida de los libros que leen y la vida de los libros que escriben.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pitt:
EliminarEs un poco como dices, a pesar de humanas contradicciones, las tres cosas influyen y se confunden en una extraña mezcla en nuestros itinerarios vitales.
Bienvenido a mi espacio y gracias por decir que es interesante el post.
Abrazo.
Ni se te ocurra dejarlo, yo y muchos otros necesitamos venir hasta aquí para encontrarte, para consolarnos en tu "magica mirada de cristal" de esa niña de la foto.
ResponderEliminarNo sabes cuantas veces lo has conseguido.
Un besazo.
Susan
EliminarDejar de escribir, en mi caso, no es lo que está en duda, porque casi desde niña, representa una necesidad para mí. Me refería a publicar, incluso diría más, a publicar con comentarios... que aunque alimentan los blogs y gusta recibirlos,(mucho) de alguna forma también "tejen" una red de obligación que en ocasiones resulta onerosa, cuando no puedes atenderlos como te gustaría... No me refiero a contestar los que hasta aquí llegan,(faltaría más!) si no a viajar hasta otras bitácoras prolíficas por demás... y que requieren una atención en términos de tiempo, importante.
Un tiempo que acaba por faltarte, y que repercute en lectura y en otras muchas actividades que forman parte de la vida que quieres llevar...
Y me niego a que lo virtual, por más real que pueda llegar a resultar... prime sobre la "vida".
Pero por el momento, aquí seguiré aunque sea a "mi aire". A días, a ratos, cuando quiera, entrando en esa "chispita azul"... tan necesaria para muchos de nosotros... porque al fin y al cabo, todos los que escribimos en los blogs, no dejamos de ser sus "dioses creadores" y podemos disponer de ellos como nos parece...
Y nada más. Bueno sí... un beso muy muy especial en estas fechas, preciosa. Y gracias por seguirme.
Hago mío tu comentario. Alguien decía que se trata de un virus...
EliminarEn otro momento comentaré tu entrada, Cristal
Luís A.:
EliminarUn virus incurable ¿verdad?
Comenta cuando quieras, amigo.
Un abrazo.
Atravesar el espejo, entrar en el bosque y encontrar esa "chispita azul", que ya nunca olvidaremos, y a la cual volvemos una y otra vez al escribir, que es como abrir la puerta de esa cueva inmensa que vive en nuestro interior.
ResponderEliminarCristal, amiga, no dejes de escribir y de dejarnos ver de vez en cuando el fruto de tus lúcidas reflexiones.
Un abrazo.
Antonio:
EliminarSí, también a ti te veo entre los que entran en esa chispita azul a menudo, a buscarnos a nosotros mismos, tal como dice Matute.
Creo que aparte cansancios momentáneos, somos muchos los que aquí seguiremos aunque sea con una intermitencia más acusada...
Llega un momento, en que no importan tanto la cantidad como la calidad, en todos los sentidos. Seguro que me entiendes bien.
Un abrazo, Antuán.
No se en que momento deje de escribir mi malestar. Quizas crecio tanto que se me agolparon todas las frases. De cualquier modo pienso regresar. Tu mensaje hoy me gusto mucho y me hizo recordar los buenos tiempos pasados escribiendo en mi blog y leyendo los vuestros. Solo tengo acceso al blog desde un pequeño aparato, incomodo para escribir y lento para visitar blogs. En el no puedo subir fotos, a mi que tanto me gustaba elegir una foto de la web para mis entradas.
ResponderEliminarLa vida me cogio del cuello en el mismo momento en que deje de escribir, tanto en el blog como en cualquier otra parte. Desde entonces no me ha soltado. No onstante, creo que volvere a darle esquinazo (a la mano que me ahoga, que no a la vida) y retomare mi rutina.
Gracias por tu mensaje, Cristal, eres un sol.
Un besazo,
Romek
Sea como sea, gracias por acercarte de nuevo y recuerda, no dejes de escribir.
EliminarSomos muchos los que esperamos tu regreso.
Un beso, Romek.
Pues muchas gracias Pakiko y sé bienvenido.
ResponderEliminarque sí pakiko, que sí, que soy la leche, probablemente igual que todos los demás blogs que habrás pasado para publicitarte.
ResponderEliminarGracias por la visita y hasta la vista.
Gracias a la gente que escribe, escribió y escribirá, querida Cristal, aquí estamos los que leyeron, leen y leerán.
ResponderEliminarPorque los pinitos que hago en mi blog, son la tímida germinación de la lectura a lo largo de mi vida, desde que leía a escondidas hasta ahora, que escribo cuando debiera estar leyendo.
¡Ay, me parece que me he enrollado!
Un abrazo :) :) :)
Virgi:
ResponderEliminarEs verdad, detrás de cada "intento" de escritor, siempre hay un lector.
Y este campo akásico que es la red, se presta a ello de forma muy especial.
Puedes enrollarte tanto como desees, estás en tu casa, guapa!
Y un beso.
Comencé a leer desde la más tierna infancia. Tanto es así que hasta me escondía y leía en condiciones precarias. Más que virtud, era una adición. Pasé de las lecturas más infantiles a los clásicos, tras un largo proceso. Siempre he valorado el estilo literario tanto o más que el contenido. Mi admiración por los que escriben bien es desmesurada, pero cada vez soy más crítico y más observador de los pequeños detalles...
ResponderEliminarCuando aplico este criterio a lo que escribo solo encuentro defectos y carencias. Por eso, desde tiempo inmemoriable sé de mis limitaciones y lo que es peor, no pongo mucho empeño en enmendarlas.
Escribo, sin más pretensiones, para expresar lo que siento, tanto si es positivo como si no lo es. Y el tiempo que lleva me parece que tiene sentido. Alguna vez hasta me satisface lo escrito, pero lo que más me llena es que haya algunas personas que lo leen y lo comentan. Sé que pecan de generosas, pero así y todo me resulta grato.
Sin más
Ana Maria Matute siempre me ha gustado, desde que la descubrí. A mi paisana Soledad Puértolas la conozco menos.
Un abrazo, Cristal
Cuando digo que valoro más el estilo que el contenido es porque estoy convencido de que siempre se escribe sobre los mismos temas y que solo cambian las circunstancias.
ResponderEliminarEl estilo personal es lo que diferencia a unos escritores de otros.
Otro abrazo
Luís Antonio:
EliminarTu comentario me ha hecho sonreír al recordar esas lecturas con "nocturnidad y alevosía" totalmente a precario y al albur de ser descubierta, en las que el tiempo se detenía en medio de un total enfrascamiento, hasta que amanecía... o tempora o mores :) y sigo siendo una adicta. Pero ya pocas veces consigo esa total abstracción, que me entusiasma hallar, aunque sea muy de vez en cuando.
También yo, soy muy critica con lo que escribo, de hecho es mucho más lo que descarto que lo que publico. Y siempre en lecturas a posteriori... da lo mismo las que haga... encuentro el texto lleno de vicios y defectos. Por eso, salvo cuando abordo temas de física, por motivos evidentes, la mayor parte de las veces publico sin releer, un poco en "arrebato", porque si no, no lo haría nunca. Seguro que me entiendes. Creo además que en ello, a pesar de lo mucho que siempre me animó a escribir, tiene mucho que ver la saga Blecua. Y mucho, "mucho" estoy poniendo :)Entre otras, la auto-exigencia, en este asunto, fue una de sus enseñanzas más preciadas.
Por eso, valoro mucho el estilo, que me parece básico en cualquier escrito con un un mínimo de calidad. Realmente, la letra, necesita de un buen envoltorio para "llegar" al otro. Por más interés que tenga un contenido, si no está bien expresado, pierde gran parte de su fuerza de comunicación.
Ah, sobre este tema me extendería sine die... porque los libros, la lectura, y también la escritura, forman parte de mi vida casi desde niña. Y sin casi.
Otra cosa es el fenómeno de los blogs, que más allá de los motivos,que cada uno tenga para abrirlos, y a pesar de la obligación o cansancio que puedan comportar a momentos, incluso de auto-censuras involuntarias o no, para no molestar o enfrentarte con este o aquel... tanta satisfacción y libertad de expresarnos nos ha traído a los que amamos la escritura.
En fín, sospecho que sobre este tema podríamos hablar horas y horas... y quien sabe! quizás algún día lo hagamos. :)
Un gran abrazo, Luís.
Seguro que acabaremos haciéndolo...Faltaría más.
Eliminar"Solo las piedras son eternas" decían los indios americanos... "Mientras vas y vienes no falta gente en el camino" decía mi abuela.
ResponderEliminarEl ritmo ya lo pondrás tú, pero escribe.
Te conocí con aquél glorioso post, "El camino", aún lo releo de cuando en cuando.
ResponderEliminarEscribir también es una forma de allanar caminos ajenos, querida Cristal.
Sigue trabajando en eso, me encantas.
Amigo Alfil:
EliminarPrimero, gracias por el regalo del enlace a tu blog y también por tus amables palabras para conmigo. Sobre todo, porque las sé sinceras. Hasta hoy, has entrado siempre sin dejar tu enlace, lo que en si mismo, ya me parece toda una declaración de intenciones.
No sé muy bien a que post te refieres, cuando citas "El camino", quizás te refieras a "On the road" o a "Caminando sobre la infancia". Pero como sea, bienvenido fue, si te hizo detenerte aquí y algo allanó tu camino, por poco que fuese. Un auténtico placer, contar con tus comentarios. De verdad.
Así, que aquí o allí, nos vemos! No te perderé la pista. :)
Si, "EN el camino" quise decir.
ResponderEliminarEl placer es mío.
Alfil:
Eliminar:)
Escribir es una forma de vivir. Y qué mas dan los motivos ¿Acaso alguien se pregunta por qué respira? Buen post y textos bien traídos, Cristal.
ResponderEliminarBicos.
Alfredo:
ResponderEliminarPues sí, una forma de vivir, que no sabría decir si escogemos nosotros o es al revés... como inspirar y espirar... En todo caso imprescindible.
Me alegro de que te guste el post y gracias por pasarte.
Un bico tamén para ti.
Creo estar en lo cierto cuando digo que te admiro tanto a ti, como tú a tus "ellas".
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada, o texto, o relato, o como necesites llamarlo. Hacerte letra, como lo haces, hace que quiera venir más y emularte día sí y letras también.
Un placer.
Mi admiración.
Mario
Mario:
EliminarEllas siempre serán ellas, amigo, viven en otra galaxia y juegan en otra liga :) pero si hablamos de ese momento clave en que la lectura y la escritura nos atrapan, somos muchos los que tenemos similares motivos ¿verdad?
Pero muchísimas gracias por tu inmerecida amabilidad con mis letras, que me alegra y me anima a seguir. Me gusta saberte ahí.
Nos vemos.
Eres un solete, ¿lo sabes?
ResponderEliminarCoquito:
EliminarPues anda que tú! ;))
Mua!
No, no, no...
ResponderEliminarNo es eso...
Sucede, simplemente, que algunas personas, cuando nacieron, "fueron condenadas a escribir"...
Eso es, simplemente, lo que sucede...
Un abrazo, amiga Cristal
Pues tú y yo, pertenecemos a esa categoría. Bueno, a ti además, te condenaron a capturar la realidad de la forma más bella posible
ResponderEliminarUn lujo de condenas!!
Pues tú y yo, pertenecemos a esa categoría. Bueno, a ti además, te condenaron a capturar la realidad de la forma más bella posible
ResponderEliminarUn lujo de condenas!!
Maravillosas palabras!!! Te agradezco mucho el habérmelas regalado, me pregunto dónde estaba yo en octubre del año pasado que me las pasé por alto, y me las guardo en un documento para no perdelas nunca, Cristal. Porque en esta búsqueda feroz e incierta, con altibajos permanentes, lo único que en verdad buscamos es nuestro yo más auténtico y despojado, más visceral. Es una inmensa verdad la de Ana Matute.
ResponderEliminarMuchas gracias por este regalo!
Un fuerte abrazo.
Fer