domingo, 11 de septiembre de 2011

Sin razón aparente.

                                                 Hora dorada de Alan Ranger.
                                           ___________________________________

Los que hace ya lo nuestro que peinamos canas, pensamos muchas veces que ya lo hemos visto todo, que pocas cosas van a sorprendernos… ni para bien ni para mal…  sin embargo la vida nos  enfrenta a acontecimientos que  nos resultan incontrolables y que se encargan de demostrarnos día a día, que nuestra capacidad de asombro siempre guarda un bolsillo vacío en donde alojarse.

Creemos  estar preparados para  lo que nos inquieta, para lo que tememos, pero llegado el momento de encarar según que sucesos, por más que hayamos intentado recrear, no importa como, nuestra reacción ante esas diferentes situaciones, que obviando  motivos o  grados… pueden incluir cambios drásticos en nuestra historia personal, a lo que acostumbra a sumarse con frecuencia  una ausencia  traumática para nosotros…  es nuestra naturaleza más íntima, esa parte inconsciente de nuestro “yo” más auténtico,  la que dicta nuestro comportamiento,  de tal forma, que a veces no somos capaces de reconocernos en él. Como si un alma ajena a la nuestra nos hubiese invadido,  a tal punto, que nuestra propia conducta es fuente de desconcierto y confusión para nosotros mismos.

Admitir  ese desorden íntimo, es establecer una diferencia clara entre aquello que pensamos y aquello que creemos conocer como nuestros límites últimos, más allá de cualquier lógica o filosofía. Y es que no podemos conocer todo aquello que pensamos, por motivos obvios… pero mucho menos, sin asumir antes las fronteras de nuestro sentimiento más profundo.

Quizás por lo que otras mentes mucho más privilegiadas que la mía, como la de Kant o Hume… analizaron y supieron expresar, infinitamente mejor y antes que yo: El conocimiento se limita a los “fenómenos”. Cuando nos faltan referentes empíricos estamos condenados a pensar cosas sin poder conocerlas.

Toda una epistemología,  a la que parece ser que sólo nos acercamos cuando “truena”.
                             _________________________________


35 comentarios:

  1. Jopé bonita qué profundidad de campo, yo que venía por aquí con ganas de pitorreo.
    Pues solo sé que no sé nada y por no saber, no sé ni quién lo dijo.
    Un abrazo cálido, empírrico, filosófico y esdrújulo, lleno de conocimiento.

    ResponderEliminar
  2. Adu:
    Hay momento y momentos... pero tú de pitorreo o a fondo (anda que no...) siempre eres bienvenida aquí, bonita.
    Mua!

    ResponderEliminar
  3. Los que sólo podemos presumir de canas - y que duren - tenemos más que asumido que cualquier método que utilicemos para aproximarnos al conocimiento del mundo  es más fiable que toda esa suerte de dogmatismos religiosos y filosóficos que nos vienen asediando a lo largo de la historia del mundo occidental. De los otros mundos no opino  por falta de criterio...

    Menudo tema el que nos ofreces, Cristal. Espero que algún día seas más frívola. Para variar...

    Un abrazo, estimada amiga

    P.D. No es lícito teñirse el pelo y presumir de canas...

    ResponderEliminar
  4. Bella canción, como colofón de esa profunda entrada

    ResponderEliminar
  5. A lo largo de la historia de la filosofía, creo recordar que racionalistas y empíricos iban alternando sus teorías hasta la llegada de Kant.
    Sin sumergirme en aguas turbias, donde no estoy preparado para bucear, te diré que, "a priori", entiendo que los sentidos nos brindan un conocimiento superfluo de la realidad. Los sentidos nos engañan a menudo, si. Pero la razón también, porque no sabemos usarla.
    Yo entiendo que en nuestra realidad sólo hay una cosa cierta, y es la matemática. Y de aquí se podrán establecer multitud de debates pero lo cierto es que no podemos pensar en un universo donde dos mas dos no sean cuatro, trucos cuánticos aparte, claro.
    Aquello que observamos, queda marcado por nuestra observación, y tu antigua entrada del gato de schrodingüer me remito. Por lo tanto, andando por el mundo, "falseamos" aquello que pretendemos conocer.
    No sé si he sido claro.
    Como siempre, creo que no, pero me habrás entendido
    Un abrazo. Éste es matemático, real.

    ResponderEliminar
  6. Doncs la veritat és que tens raó. La vida i els sentiments son una sorpresa permanent, més enllà de qualsevol epistemología.
    Petons, i merci per tot.

    ResponderEliminar
  7. Críptica entrada, amiga Cristal. Sobre todo para quienes desconocemos los entresijos de tan profundas pero un tanto taciturnas reflexiones.
    Eso sí, muy bien expresadas, como es habitual en tu blog.

    ResponderEliminar
  8. Y los que aún no hemos conocido cana... Nos asustamos. No me digas eso Cristal, que quiero que las sorpresas y el vértigo llegado el momento no se me escapen de las manos! (aunque en el fondo sé que lo que acabo de decir es una trola como una casa... laralá ;).

    Un beso a cada paso hacia las canas más enorme =)

    ResponderEliminar
  9. Hola Cristal
    Esa divergencia entre lo que quisieramos y lo que debemos acabar construyendo como "nuestra vida" es lo que acaba diferenciándonos a unos y a otros. Es la grandeza de la diversidad auténtica, aquella que va más allá del color, la religión, el poder...
    La diferencia que nos hace iguales.
    Cuidate

    ResponderEliminar
  10. Por suerte tengo canas y las peino, hechos que me congratulan por doble efecto, y te aseguro que aún no he perdido la facultad de sorprenderme, con lo que implica de emocionarme. Confío en no perderla nunca, por ingenuo que parezca.

    ResponderEliminar
  11. No opinamos, comparamos.
    ¿Qué somos sin unidades de medida?

    ...

    No contestaré sin la presencia de mi abogado.


    ;-)

    ResponderEliminar
  12. Bueno, supongo que en eso consisten las alegrías, las miserias, el placer y el dolor del ser humano...

    Besos con razón aparente!

    ResponderEliminar
  13. Cuando dices: "Y es que no podemos conocer todo aquello que pensamos, por motivos obvios" ampliaría al marco ya que soy de los que creen que no solo somos lo que pensamos.
    Nos extrañan nuestras reacciones porque nos hemos empeñado en olvidarnos de nosotros mismos, en nombre de una realidad exterior que nos resulta más atractiva o por lo menos más digerible. Vamos por la vida a golpe de intuición y como desconocemos el funcionamiento de nuestra propia realidad, con un poco de viento perdemos el rumbo.

    ResponderEliminar
  14. Hola Cristalook:
    Como dice un comentarista, es una cuestión de foco. No se puede abarcar un espacio demasiado grande de conocimiento sin acabar convirtiéndose en un diletante o como se veía en una viñeta gloriosa alguien se manifiesta como que es el mejor y otro le pregunta pero lo mejor en qué y el primero le contesta, soy el mejor en genera. Pues eso.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Me gusta eso de que "nuestra capacidad de asombro siempre guarda un bolsillo vacío en donde alojarse".
    Para bien o para mal, eso es así. Y la vida se encarga de demostrárnoslo con cierta frecuencia. Una cosa es lo que creemos saber de la vida, por experiencia propia, y otra, siempre diferente y sorpresiva, es la vida misma, que cuando quiere y le apetece nos muestra cosas nuevas, que desconocíamos y que no esperábamos. Cosas y hechos, que a veces nos suelen dejar sin aliento, porque nos pillan totalmente desprevenidos, que no encajan en nuestro conocimiento y no respetan para nada nuestras canas...
    Ante estos hechos y cosas, uno se encuentra desnudo y reacciona de forma visceral, como un niño ante su primera tormenta.
    Como alguien dijo alguna vez, la vida es siempre un viaje nuevo, aunque nosotros nos empeñemos casi siempre en que no sea así.
    Cuando truena es cuando caemos en la cuenta de que, efectivamente, es así, independientemente de cualquier bagaje experiencial, de cualquier conocimiento aprendido o cualquier filosofía.
    La vida, siempre, acaba desbordándonos. Ese es su poder, su secreto, terrible y fascinante a un tiempo.

    Un abrazo, Crystal.

    ResponderEliminar
  16. Amiga cuántica, ambas sabemos que hay infinitos caminos y por tanto infinitas las formas de reaccionar. Te entiendo perfectamente porque este verano viví un suceso que me esperaba. Era algo que me inquietaba y sigue haciéndolo, pero hasta yo me sorprendí en mi forma de reaccionar. Muy zen, tanto que hasta mi madre me dijo: ¿Seguro que estás bien?

    ResponderEliminar
  17. Yo he aprendido muchas cosas a medida que salen las canas, pero siempre la vida es capaz de sorprenderme y me encuentra desprevenida. Un besote y me alegro de verte.

    ResponderEliminar
  18. Esa no parece una reflexión abstracta, hecha por simple ejercicio mental, sino más bien la de alguien que se ha visto arrojado a una ordalía inesperada.

    Sí, Cristal: cuando llega el momento, a veces nos sorprendemos de encontrar en nuestro interior fuerzas que no conocíamos; y otras veces, descubrimos con espanto que ya no está ahí ese coraje que una vez tuvimos.

    O Courage! Could you not as well
    Select a second place to dwell
    Not only in that golden tree
    But in the frightened heart of me?

    ResponderEliminar
  19. Acertado y perspicaz le veo a vd de nuevo, Sr. Físico. Quizás por que la escritura es siempre reveladora, por más que creamos escondernos detrás de las palabras... pero está claro que al lector atento, nada le pasa desapercibido.

    Esta curva de espacio-tiempo que nos "posee", está llena de sorpresas vitales que nos sorprenden... incluso las que esperamos...

    Habrá que buscar ese coraje del que habla T.Williams aunque nos quedemos temblando al asumirlo...
    (But in the frightened heart of me?)
    porque cuesta, hacerse con las ausencias, amigo... En fin!

    ¡Muchas gracias! por acercarte, porque esta, es también una forma de compañía "incruenta".

    ResponderEliminar
  20. Sólo te faltó poner mi firma. ¡Eres alucinante!

    Y sí, tienes toda la razón, nunca sabremos qué torbellino nos volverá del revés, ni como ni cuando, por mucho que nos creamos firmes, resistentes y amaestrados por la vida en diferentes etapas. A veces te quedas tan epatado que no tienes ni idea de quien se ha hecho cargo de ti... en finnnssss yo hoy venía con un poco de risa colgando como hilachas al viento, pero esto es serio y bien serio, Doña.

    ¡Bah, si hasta en las canas nos parecemos! :)

    ResponderEliminar
  21. Luis A.:

    Pues tienes razón amigo, la frivolidad, en según que momentos de este itinerario tan absurdo en el que nos vemos sumergidos de tanto en tanto, es un buen escape para los empujones imprevistos que nos da la vida.
    Así que te diré: que aunque últimamente hay signos de que está cambiando la tendencia, hasta la fecha, parece que un hombre con canas es un "señor interesante" mientras que una mujer en la misma situación es una "descuidada". Y si se trabaja... eso de la "buena presencia" femenina sigue exigiendo lo suyo... Dicho sea, ejem! sin animo de azuzar polémica alguna inter nos...
    En fin, que no está el horno para muchos bollos, Luis, pero hay momentos para todo... y tus comentarios me han hecho sonreír amigo.
    Asi que, muchas gracias y un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  22. Yandros:
    Pues sí, Kant, al que injustamente muchos conocen como lo que se llama vulgarmente "un coñazo"... y toda la Ilustración en general, pero él especialmente, marcaron un antes y un después en la Filosofía y cualquier Teoría del Conocimiento al interpretarla a través de la epistemología y el conocimiento científico. Todo un hito que cambió la sociología de forma importantísima. Pero... nuestra especie y todas... quizás estemos mucho más preparados para "sobrevivir" que para "percibir" la auténtica realidad que nos concierne. Eso nos deja pocas alternativas, una de ellas es la intuición tan denostada hasta la fecha y que sin embargo nos ha llevado a tantos descubrimientos científicos... por no hablar de "azar" si tal cosa existe. En fin! eso da para todo un tratado ¿verdad?
    Pues eso... y un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
  23. Susana:
    Gràcies? això no té sentit entre nosaltres, preciosa. Així que ja ho saps. A manar!
    I un petó inmens.

    ResponderEliminar
  24. Godot:
    Siento resultar oscura, amigo. No hay intención más allá de descargar un ánimo "bajo" en esta entrada.
    Y muchas gracias por decir eso de mis letras.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  25. Cath:
    Pues no te preocupes, querida. Nada tienes más asegurado que esas dos cosas... jeje! las sorpresas vitales y las canas, pero te deseo un ánimo fuerte y buen pulso para los embates, aún los esperados.
    Un besazo y gracias por venir.

    ResponderEliminar
  26. Hola, José Luis:

    Pues sí, yo creo que incluso más... esa divergencia que citas entre loq que deseamos y lo que hacemos... al cabo, es la que nos hace "humanos" ¿verdad?
    No puedo estar más de acuerdo con tu comentario.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  27. Sergio:
    Y que por muchos años peines esas canas, amigo. En cuanto a las sorpresas vitales, me temo que también las tienes aseguradas. Como todos. Ocurre que a veces nos pillan a "contrapie", sólo eso.
    Un abrazo y gracias por venir.

    ResponderEliminar
  28. Gabi:
    Jajaja ¿así que no hablarás si no es en presencia de tu abogado? Y harás bien, crack! que luego pasa lo que pasa.
    Y sí, no te falta razón... las cosas siempre "son" en función de un modelo "ideal". Otra cosa es percepción de esa perfección en la que influyen innumerables factores, como culura, educación, costumbres y un largo etcétera ¿verdad?
    Pues eso, tu chanta la mui por si las moscas!!
    Y un abrazote y gracias por no olvidarme. Eres un encanto ¡ y encima de Bilbao!

    ResponderEliminar
  29. Así es Merceditas de mi corasón. Has captado a la perfección el sentido de mis palabras. En el fondo, pura vida ¿verdad?
    Pues eso... y que un besazo.

    ResponderEliminar
  30. Krapp:

    Pues no sé que decirle Doctor. Le veo muy seguro y en este momento, ando yo muy lejos de tanta certidumbre. Y es que,la intuición o el azar, tan denostados hasta la fecha por el empirismo, a lo largo de la historia ha sido fuente de descubrimientos importantísimos que han cambiado el curso de nuestras vidas. Y es que cuando fallan lo "aparente" hay que apañarse con otros mimbres.
    Ay! no sé... Krapp, que hay momentos y momentos y me temo que la vida, esa empecinada, da para todo ¿verdad?
    Sólo a "toro pasado" podemos opinar con una cierta frialdad.
    Un abrazo y gracias por acercarte.

    ResponderEliminar
  31. Josep:

    Pues sí, quizás lo único asegurado es la "subjetividad" de no importa sobre qué sea la opinión que emitimos.
    Y tal como dices, "elegir" y no diletar, es ponerle el cascabel al gato. Pero dependiendo de las circunstancias, es difícil... sobre todo cuando las opciones que te conciernen no son las que quieres.
    En fin! La vida...

    ResponderEliminar
  32. Antuán:

    E incluso prevenidos y esperándolo, hay cosas que te dejan sin aliento. Hasta temblando.
    Es entonces cuando comienza ese "viaje nuevo" que citas en tu comentario... y a toda prisa. Un viaje para el que las maletas ya están hechas.
    En fin, pura vida, amigo. Muchas gracias por los ánimos y un abrazo.

    ResponderEliminar
  33. Para nada Malvada:
    No sabes cuanto me alegra verte de nuevo entre mis letras, querida.
    Y sí, nuestro comportamiento es muchas veces fuente de sorpresa.
    Tú te quedaste zen y yo "heladita" amiga...
    Pero "esto" no permite otra cosa que seguir caminando, así que "palante"
    Un besazo y gracias por venir.

    ResponderEliminar
  34. Lola:
    Pues si a ti, que naciste sabia... te ocurre, imagínate al resto!
    En fin!también yo me alegro de verte ¡y mucho! preciosa.
    Un besazo también para ti.

    ResponderEliminar
  35. Mi muy querida Luisa:
    Pues así es, siempre hay tormentas, que aún esperadas, nos vuelven del revés... y en uno de esos momentos estamos.
    Pues eso. Un besazo y gracias por acercarte.

    ResponderEliminar

matices varios

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...