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Para Sara
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Ya oscurecido, con la noche en la piel y la ajena Navidad en el bolsillo a punto de helarles el corazón, el bullicioso café se queda vacío, habitado únicamente por las últimas conversaciones que se van tornando murmullo poco a poco... sólo se escucha como en sordina, el remedo de una triste sinfonía con sabor de soledad, ejecutada por el eco de las cucharillas y la vajilla golpeando contra los mármoles.
Saben que ha llegado la hora de despedirse… pero les cuesta, casi tanto como les duele. En tan sólo unas horas, después de toda esa ausencia que un día creyeron poder ahogar marchando en direcciones encontradas, de nuevo se abre esa brecha oculta que les araña por dentro a la callada… y vuelven a negarse mutuamente en el silencio de una mirada sabida. Sin esperanza.
- Señores, si son tan amables… estamos a punto de cerrar… -el camarero deja la cuenta encima de la mesa con discreción para seguir su rutina-
Se levantan al fin, disimulando el esfuerzo y dejan de conversar. Se impone sólo hablar... pasar al refugio trivial de las obviedades...
- Nos vemos…
- ¡Claro!
- Nos llamamos…
- O.k.
- Un beso.
- Adiós.
Pero revivir ese tiempo pasado les ha vuelto a unir momentáneamente en la forma que sólo puede hacerlo una invocación complaciente.
Ella piensa, que a menudo se es más feliz en el recuerdo que en el presente vívido y vivido. Sobre todo cuando existe otra orilla que confirma tus sensaciones y a la que te une un bello pasado en común, que un acaso probablemente cruel, ha tenido a bien arrancarles al reunirlos de nuevo para rememorarlo. Pero más allá del placer de la vida en estado puro… hoy, no quiere ir más a fondo en su análisis… Quizás mañana.
Él piensa, que cuando salga por esa puerta, con ella, se va el único trozo de su alma que no está condenado… Y se maldice mil veces más por dejarla marchar ... sintiendo de nuevo esa llama latente, que siempre sabe cómo consumirle en un recuerdo inaplazable… y desea que se apague de forma sencilla. Definitiva. Como ocurrirá en breve, con ese firmamento de estúpidas luces artificiales, vislumbradas tras los vidrios de ese local, donde un azar causal les ha unido de nuevo por unas horas.
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Sabes, amiga, a mi estos "amores que matan" me matan... Creo que cuando alguien inventó los cerebros de las gentes lo hizo de un modo muy precario... Así no hay quien funcione...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga de cristal
Cuánta verdad se halla en esa frase:
ResponderEliminar"a menudo se es más feliz en el recuerdo, que en el presente vívido y vivido".
García Márquez siempre dice que las cosas son como uno las recuerda, pero no es verdad: con harta frecuencia recuerdo y realidad se contradicen porque el tiempo...no pasa en balde...y deja su impronta.
Me ha encantado tu relato, Cristal00k
Besos
Yo es que creo que las cosas son cuando ocurren. Tratar de volver a revivir lo pasado siempre lleva algún tipo de decepción.
ResponderEliminarUn besote Cristal
Amiga Cristal cuanto podríamos escribir sobre esos momentos previos a un Adios,sobre el último abrazo y el último beso o de esos primeros pasos en dirección contraria para girarte y ver como ese ser querido se aleja,se para y también se gira para mirarte.
ResponderEliminarUn abrazo que escribas un buen año.
El tiempo actúa en múltiples direcciones, y las agendas del alma están llenas de números que ya han cambiado, incluso de prefijo.
ResponderEliminarEL trozo de alma que no está congelado lo quiero para mí.
ResponderEliminarMi querida y misteriosa mujer translúcida: ya comencé hace unos días mi diario de adu 2011.
ResponderEliminarHay, además de comerme una rosca gordota (roscón) me ha salido la sorpresa: una ranita.
Buenos presagios.
Te deseo lo mejor.
¡Ah! A mi también me gusta Rossana, me la has traido a la memoria.
Adu, of course!
Quería decir "hoy", no "hay".
ResponderEliminarQue he empezado el día con una rosca, vaya.
Abrazotes.
Estoy de3acuerdo con Rosa en que traer el pasado de vuelta conlleva cierta decepción...supongo que porque ya no somos los mismos y porque las circunstancias ya no son las mismas.
ResponderEliminarSin embargo ¿por qué no darse ese gusto?, ¿por qué privarse de sentir y de sonrojarse? A estas alturas ya no te vas a traumatizar...
Yo intentaría quedarme con lo bueno, con ese lazo que atravieso los tiempos; algo así es importante.
Me gustado mucho tu texto, se nota que lo hiciste con cuidado y con amor :)
Un abrazo preciosa¡¡
Desencuentros.... me encantan ;)
ResponderEliminarbesotes
No importa el paso del tiempo, ni haber escogido otros caminos, cuando algo existió de verdad y fue auténtico, nunca muere del todo. Sigue viviendo en algún lugar ahí dentro y no es difícil que reviva y duele, tal como lo describes.
ResponderEliminarVeo que no soy la única que ha pasado por algo así, no hay más que leer los comentarios que van entrando. Parece que todos guardamos en algún lugar dentro de nosotros, una historia como esa o parecida.
Pero en el fondo, querer así, es un privilegio que no está al alcance de todo el mundo. Tal como dices, -vida en estado puro- Hay que ser muy valiente para entregarse de verdad.
Me ha emocionado la música de Rosana, me conoces bien C.
Gracias por todo.
Sara.
SARA:
ResponderEliminarEs verdad, todos guardamos en el recuerdo y ay! del que no los tenga... momentos difíciles a ese nivel. Parece que la vida, no sólo físicamente sino también emocionalmente repite, como si de fractales se tratase, situaciones y momentos vitales, si no idénticos, al menos muy similares, por eso son tantos los comentarios, en que "sin decir" de manera exacta, incluso rechazando esas vivencias, llevan un reconocimiento implícito de esas situaciones en lo que escriben¿verdad?
Y bueno... cuando las cosas no pueden ser, aún habiendo la más grande de las químicas... pues no puede ser y además son imposibles...
Para eso existen los caminos alternativos y el "hasta aquí hemos llegado", que no dejan de ser otro tipo de fractales... por seguir con nuestra curiosa conversación de hace unos días... jeje!
En fin... como sea, lo que está claro es que nada, ni malo ni bueno, es eterno y que todo tiene su tiempo. Pero a veces los finales, sobre todo cuando son "a dos" no coinciden o nos pillan por sorpresa y se convierten en desencuentros, hasta cierto punto dolorosos, dependiendo de la intensidad de la vivencia... algo muy subjetivo y que sólo se puede valorar personalmente.
¡Que te voy a contar! Muchas gracias por la valentía de acercarte y dejar huella, querida.
Un beso y nos vemos.
P.D.: Lo prometido "era" deuda... jajaja!
A veces pienso que si el ser humano ha necesitado inventar tantas irrealidades para soportar la realidad, debe ser por algo.
ResponderEliminarEs un instinto protector ante esa discordancia insoportable entre lo que anhela el alma y lo que le conviene a la vida.
La vida es como un manual sin demasiadas salidas, tiene unas instrucciones precisas, que nos negamos a aceptar pensando que podremos cambiarlas. Y no es así.
Solo se moldean temporalmente, pero siempre la conveniencia superará a los anhelos inviables.
Para soportarlo, están las canciones, el arte, la música evocativa, la literatura, y las representaciones mil de unas intensidades que jamás viviremos.
Y los socorridos bares, como unas hadas protectoras, que parecen resguadar momentos en sus insignificantes arquitecturas.
Ellos, los bares, y esas despedidas, son el pan y la sal de esa dramaturgia que nos gusta y que nos mata.
Afortunadamente existe el día gris siguiente con su poder curativo. Y el recuerdo será solo un ritornello incómodo, o no, dependiendo de nuestro estado de ánimo.
Pensar que lo intenso, por ser tan efímero, es más importante que lo vano, por ser mucho más duradero, es una necesidad legítima para seguir adelante.
Hasta cuando creemos que vivimos exclusivamente en la realidad estamos llenándola de ideas, de pensamientos, de sensaciones, de expectativas y de recuerdos. El acto mecánico de vivir tiene tanto que ver con la vida, como el movimiento de una bobina de película en un proyector de cine tiene que ver con la historia que estamos viendo en la pantalla.
ResponderEliminarLos sueños, las fantasías, las sensaciones que generan el alcohol y las drogas nos liberan de esos rigores a los que estamos obligados, por eso son tan atrayentes.
¿Inesperado? Posiblemente son de esas cosas que nos asaltan con frecuencia, deseando que ocurran.
ResponderEliminarLuego, o no tenemos capacidad para sacarle más partido, o era nuestra imaginación más rica de la realidad.
Me gustó leerte. Esta entrada y otras.
Un abrazo
Hola, Crystal.
ResponderEliminarTu escrito me hace recordar a aquellas viejas películas en blanco y negro que veía de niño, esas historias de amor imposible, llenas de intensidad.
Ya entonces me molestaba mucho, e incluso sentía pena y rabia, ante esas escenas de desencuentro, en las que la pareja se separaba, porque no había más remedio, aun sintiendo un fuerte deseo de seguir juntos.
Sentía entonces, como digo, pena y rabia. Me afectaban mucho, aunque sólo tuviera unos escasos ocho años de edad.
Y lo peor era esa típica escena en que ambos amantes, después de mucho tiempo separados por las circunstancias, querían volver a encontrarse... Y mientras paseaban por la misma calle, casi se cruzaban, pero sin llegar a verse. Eso me ponía los nervios de punta. Solía gritar a la pantalla: "¡pero date la vuelta! ¡ella está detrás de ti!"
¿Amores imposibles? Sí, así es, pero... como dice la misma Sara, es todo un privilegio haberlos vivido.
Son muy buenos recuerdos, sí, que uno guarda por siempre, como un preciado tesoro. Pero prefiero morder la realidad, darle una solemne patada en el culo, e intentar siempre esquivar a ese cruel azar que hace que los amantes no se encuentren, aun estando en la misma calle.
Seguramente el azar se reirá de mí y hará lo que dé la gana, pero yo siempre intentaré hacer lo propio.
Los lobos esteparios tenemos buenos colmillos, y unos ojos que traspasan las sombras.
Un abrazo, amiga Crystal, y feliz 2011.
AMABLE ANÓNIMO :
ResponderEliminarA veces pienso que si el ser humano ha necesitado inventar tantas irrealidades para soportar la realidad, debe ser por algo.
Es un instinto protector ante esa discordancia insoportable entre lo que anhela el alma y lo que le conviene a la vida.
Yo pienso a veces, que quizás lo que estamos inventando, tanto o más que cualquier "irrealidad" es el frágil presente, que apenas sobrevive entre la fragilidad altamente subjetiva del recuerdo y la vana imaginación de un futuro que siempre está por llegar... y nunca llega porque siempre acaba por convertirse en presente... ¿qué puede haber más vano que eso? La vida misma es fútil, inexplicable y sin objetivo concreto. Al menos desde la perspectiva de esta atea irremediable.
Pero más allá de la ingrata epistemología que nos aprisiona ¿no te ocurre que cuando algo te duele mucho... deseas despertar de ese sueño-pesadilla? Y al revés...
Y aunque no nos confundamos... lo deseamos, porque tal como dices es ese instinto protector, el que nos permite seguir adelante aún en los peores momentos.
El único manual de vida que conozco es nuestro deseo y el, en principio, libre albedrío... que en un acto incomprensible que siempre se me escapará, es algo que nos enseñan a reprimir desde que nacemos... y salida sólo hay una y conocida además de inevitable amig@... lo que aún hace menos entendible lo anterior...
Y sí, afortunadamente existe esa "terapia de salón" que es la siguiente mañana gris que sucede a aquella opresión del ánimo, que acaba por convertirse en tu "ritornello incómodo" porque si no los recuerdos nos aplastarían. Otro claro instinto de supervivencia ¿verdad?
Los bares, las despedidas, la literatura, música y dramaturgias varias, forman parte de esa parte de este universo que hemos creado para que en algunas ocasiones nos acerquen a esas epifanías que nos hacen sentir únicos y vivos... en este lado del espejo.
En fin, lúcido, profundo y emocionante comentario el tuyo amig@ desconocid@. Un placer recibirte en este espacio, si es que es, la primera vez que acudes... jeje. Como sea, muchas gracias por dejar huella y vuelve siempre que quieras. Te espero.
Bonito relato lleno de ternura y miedo a la ausencia.
ResponderEliminarCuando la distancia es el presente de una relación es muy duro mantener el calor y la esperanza.
El amor necesite nutrirse y la separación no es el mejor manjar.
Mi felicitación amiga
encuentros causales...como todos los encuentros,verdad?
ResponderEliminary las despedidas son causales también,chica cuántica?
y girará el círculo hasta juntarlos nuevamente?
hermoso, como tu regalo de enero!
yo te dejo aquí mi regalo, porque me suena a partida...
http://www.youtube.com/watch?v=-_XmM-XccH0&feature=player_embedded#!
(no sé cómo se enlaza en comentarios,chica malaaa!!!)
mil besos*
Un encuentro inesperado, en un café,y nos dieron las diez y las...,Y ella piensa que se es más feliz en el recuerdo...él la deja marchar sintiendo lo que todavía siente...
ResponderEliminar¡Dios,cuánto amor tan civilizado!
¡Viva el amor apasionado!
Un buen relato,Crist. Y mira que a las chicas de físicas no las veía yo por la literatura.
Es broma.Bueno de verdad y real
Kien fuera Sara...
ResponderEliminarMi querida Cristal, por favor escríbeme lo que tu quieras , cómo quieras-
ResponderEliminarYo no soy ninguna campanilla :)Soy educadora social y trabajo con mayores. La soledad, el dolor, la muerte ...viven en el aire que respiro y aunque tengo alguna entrada de las realistas, me gusta perderme en mundos imaginarios donde los protagonistas de mi vida se convierten en ...lo que se me ocurra..jeje
Así que como siempre, las apariencias engañan :)
No he visto ningún mail y me he atrevido a "replicarte" en tu casa, espero no haberte molestado.
Besote y buenas noches guapa :)
Es precioso CristalOOk. Si Campanella leyese esto haría una película. Me ha encantado.
ResponderEliminarLo has descrito tan bien....
ResponderEliminarMe parecía estar en ese lugar, con esas emociones a flor de piel, apurando el tiempo como se apura el café, y siempre llega el momento de la despedida que cortará de nuevo los lazos que, por un momento, se volvieron a anudar.
A veces los reencuentros nos dejan doblemente frustrados, porque nos obligan a tener que volver a superar lo que creíamos que ya estaba logrado.
Me ha gustado mucho tu relato Tocaya.
Un beso muy grande.
La lluvia que cae en la montaña, al final llega al mar. Si lloramos aquella posibilidad, la tan añorada posibilidad calma su sed y, todo ese beneficio inducido por ese saber que se sabe, riega todos los árboles en su intrínseca trayectoria hasta besar el mar.
ResponderEliminarBesos Cristal.
Hola Cristalook:
ResponderEliminarComo a todos nos ha pasado en la vida uno o dos episodios similares creo que hay una forma infalible de medir los rescoldos y es notar si el tiempo del reencuentro pasa lento o rápido. Si a uno se le va la olla y por poco pierde el último metro es que ahí queda algo de brasa. Si les escapa el metro a los dos, lo mejor es esperar juntos a que vuelvan a abrirlo, a poder ser en un hotelito cercano y dejar que el camarero se vaya a su casa.
Un abrazo.
Maravilloso escrito, honestamente me quede sin palabras, pero si puedo decir algo, respecto a la frase:
ResponderEliminar"a menudo se es más feliz en el recuerdo, que en el presente vívido y vivido".
en mi caso, la verdad es que, yo soy más feliz en el presente, que en simples recuerdos que sólo me hieren, pero por alguna razón, ahora soy la mujer de la Tierra, porque en un año y dos meses, Mi niño precioso, me ha hecho muy muy feliz, y para mi curiosa y rara existencia, nuestra forma de conocernos, fue totalmente casual...lo que no sabíamos, es que ambos estábamos enamorados el uno del otro...y mirennos ahora, me pidió matrimonio, y ahora llevo orgullosa mi anillo de compromiso, simplemente, soy feliz en el presente y en el esperado futuro, y nunca, me arrepentiré de ello. u///u
besos y abrazos querida,
atte,
Noriako Agashashi.
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Tema aparte, te hago una invitación a leer mi nueva y más reciente creación "El Silencio del Sollozo de Violett" y a pasar por el blogger, de mi novio y futuro esposo Iván (conocido como escritor como Tetsuya Tukusama)y leer su primera creacción en el mundo de los bloggers títulado "El último canto a la luna". Espero que os guste, y que sean nuestros escritos de su agrado.
http://nighthorseman.blogspot.com/
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNunca a la noche le sobra tanta luz como en el solsticio de invierno. Una paradoja. Y es una paradoja también que el presente sea siempre un solsticio que no podemos celebrar.
ResponderEliminarUn abrazo
Chuff!!
Es curioso, porque el encuentro casual, tal vez no lo fuera tanto, (las casualidades ya sabemos ambas que no existen), el destino les dio otra oportunidad y su libre albeldrío dijo NO... y la canción de Rosana le va a tu texto como anillo al dedo :-)))
ResponderEliminarA veces, para recordar los buenos momentos vividos con antes nos basta con estar solos. Podría ser que la presencia de la persona que los suscitó arruinara el recuerdo que un día nos dejó.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Cómo es que me sigues, qué tanto te acercas, qué has hallado al leer mis textos?
ResponderEliminaranuar iván.
Pues poco me estoy acercando ni al tuyo ni a ningún blog, amigo Bolaños, pero gracias por la visita.
ResponderEliminarANTIQVA:
ResponderEliminarPues tienes razón, amigo. A mí tampoco me entusiasman ese tipo de amores, pero está claro que para gustos colores...
Y creo que a los que les gustan ese tipo de amores... se dejan llevar mucho más por el sentimiento que por el cerebro... Y así les va... jeje!
En fin, lo dicho, sobre gustos no hay disputas.
Un abrazo también para ti.
LUIS ANTONIO:
ResponderEliminarAmigo, creo que cada uno vive el "recuerdo" a su manera. Quiero decir que se supone que el recuerdo pertenece al "tiempo" en pasado... pero el tiempo no deja de ser una entelequia ajena a nuestro entendimiento y que hemos organizado en esos tres estados, de pasado presente y futuro.
Tempus fugit
Por no alargarme más...
Gracias por venir y por tus palabras. Un abrazote.
ROSA:
ResponderEliminarMy darling, las cosas ocurran cuando ocurran, sin importar el tiempo, siempre llevan inexcusablemente a la decepción. Y más este tipo de "cosas", siempre tienen un tiempo limitado. Otra cosa, es el grado de aceptación a la frustración que queramos "otorgarnos".
Pero entiendo bien lo que dices, y lo suscribo al 100%. Lo que fue... pues eso... fue...
Besossss
YURI:
ResponderEliminarCuanto podríamos escribir, y cuanto no se habrá escrito ya sobre eso... ¿verdad?. La verdad es que la literatura o el cine, por citar dos de las artes que sé que te "privan" han actuado tanto sobre este tema, que han conformado "gravemente" nuestro imaginario emocional al respecto. Y si quieres que te diga la verdad, cuanto más mayor me hago, más pienso que no sé si "para bien".
Abrazos y gracias por acercarte.
RODRIGO:
ResponderEliminarPues sí, amigo, pues sí. Y que gusto suscribirle por una vez al 100%, jeje!
Cosas del "en vivo y en directo" supongo...
Un beso.
MARITOÑI DE LA BLOGOSFERA
ResponderEliminarPues suyo es, mi Reina, es peazo, y lo que vd. me pida. Faltaría plus!
MUA! y sus pies.
ADU:
ResponderEliminarSiempre un gusto verte entre mis letras, y ya he encontrado tu estupendo diario, y a él acudo, aunque no con la frecuencia que me gustaría.
Aisssss Un besazo y sigue cuidándote!
TONET:
ResponderEliminarSé que sabes de estas cosas, amiga. No hay más que leer tu texto del soldadito de plomo y la muñequita...
Y Rosa ya... ni te digo lo que sabe, más, que los ratones coloraos!
Gracias por acercarte y por tus palabras.
ISIS:
ResponderEliminarAsí que te encantan... ¡Menuda estas tú hecha!
Pues hala, que la diosa los disfrute bien...(sobre todo los encuentros subsiguientes al desencuentro...jeje)
Sieejjjjqueeeeeee!
KRAPP:
ResponderEliminarPues sí, vivir es subjetivo en si mismo. De la misma forma que es irremediable. Y los sueños o las fantasías, no importa como lleguemos a ellas, alcohol, literatura... etc... conforman nuestra visión del mundo sin duda alguna. Tienes toda la razón.
Acertado comentario. (en mi opinión, claro)
VIRGI:
ResponderEliminarPues la verdad es que no me encuentro entre los que disfrutan de ese sentimiento de "vulnerabilidad" que de alguna forma conlleva revivir un tiempo anterior, por más bello que haya resultado. El pasado, es eso, pasado... pero entiendo bien a Sara. Todos hemos pasado una experiencia similar o cercana... ¿verdad?
En todo caso, bienvenida a este espacio Virgi. Y gracias por tus palabras.
ANTONIO:
ResponderEliminarOiga Sr. Druida, así que resulta, que bajo esa apariencia de intelectual serio y "reconcentrao" se esconde un romántico "emboscao"... bien, bien, bien... jejeje!
La verdad, es que sabía que un experto en el romanticismo de -pre y entre guerras- sabría interpretar perfectamente este escrito.
En efecto, el amor, sobre todo el imposible, como bien citas, siempre es intenso y nos hace creer y replantearnos las cosas del derecho y del revés... aunque al final se quede en un "total paná" jejeje!
Genio y figura, amigo... ¡que quiere vd.! eso sí, siempre nos quedará aquello de fue bonito mientras duró. Y eso ya es muchísimo!.
Pero le voy a confesar un secretillo, a pesar de mi aparente cinismo, pienso como Sara, vivir algo así, (si eso es posible) es un auténtico privilegio, por más que en su momento nos haga sufrir. Pero no se lo diga vd. a nadie.
Un abrazo, Antuán.
VICTORIANA:
ResponderEliminarAcertado comentario el tuyo, amiga. la verdad es que la ausencia, cuando es inesperada sin importar los motivos por los que se produce es siempre dolorosa.
Gracias por tus palabras y por acercarte.
MI RAYU:
ResponderEliminarPues sí, la vida no deja de ser un círculo, dentro de un ciclo, que se va repitiendo dentro del tiempo, una y otra vez, aunque no podamos recordarlo.
Gracias, muchas gracias por tu regalo de Enero. Precioso.
MIL MUAS! y alguno más.
VITA:
ResponderEliminarPues ya ve vd. Doctorcito, las de Físicas, en el fondo, son unas blandengues que se dejan llevar por el sentimiento... cual hoja que se lleva el céfiro... (coñe, que cursi me está quedando esto)
Otra cosa, son las de letras puras, como una servidora, que con el paso de los años, ya no cree en ese "amor fou" que al final no nos lleva ninguna parte... aunque entienda muy bien y respete a quien lo siente así. ¡Cauno es cauno y sus caunadas!
Un abrazote, Vita. Uno grande.
MARITOÑI:
ResponderEliminarAsí me gusta, que güerva a mis letras más de una vez. Y vd. puede ser Sara-Cristina Barcelona y lo que le dé la gana ¡faltaría más! que paeso es un Reinona del copón, ¡digo!
TONET:
ResponderEliminarA tenor de como escribes, se ve muy bien que no eres ninguna campanilla. O si... pero en un sentido distinto, al que le das en tu comentario.
¿Sabes? ese personaje de Neverland (donde vivo, si has visto mi perfil) es alguien que sabe y conoce bien el dolor de enamorarse de la persona equivocada... Peter Pan, quiere a Wendy...
Gracias por acercarte y dejar de nuevo tu sentir aquí. Tambiñen yo lo haré en tu espacio.
Besos!
ARGUI:
ResponderEliminarQue bueno, verte de nuevo, querido.
Gracias por decir eso. Campanella nada menos...
MUAAAA!
TOCAYA:
ResponderEliminarAh! mi querida Cristal... creo que todos llevamos un momento como ese, o similar... en la maleta ¿verdad?. Por eso somos capaces de empatizar tan bien con el momento de Sara. Epifanías... no sé si esperadas o inesperadas... pero que suceden.
Gracias por tus palabras, amiga.
Mi querido TERRY:
ResponderEliminarLlorar es siempre una lluvia esperada, que además de regar nuestros árboles, acostumbra a limpiar también el alma, de lo que nos oprime, casi sin que nos demos cuenta. Pero no siempre es fácil... ¿verdad?
Un gran abrazo, amigo.
JOSEP:
ResponderEliminarMuy expeditivo le veo, oiga. Pero la verdad es que, en el fondo, tienes razón. Pero en esta vorágine que andamos todos, es difícil ponerle el cascabel al gato... sin estropear el presente que nos concierne... o dañar a otros.
Aún así y sumergidos en este "total paná" que es nuestro paso por este mundo, cada vez estoy más convencida, de que la única misión que tenemos "aquí" es ser felices, aunque no tengamos ni idea de como conseguirlo... o ni siquiera sepamos verlo.
En fin, te deseo que en un caso así, puedas asumir que se te escape el metro, amigo... porque no es fácil.
Un beso.
NORIAKO:
ResponderEliminarPrimero, no sabes cuanto me alegra verte de nuevo en marcha y entre mis letras, preciosa.
Segundo, me alegro un mundo de saber de ti, porque eso quiere decir que te encuentras bien.
Y tercero, mi más sincera felicitación por estar viviendo un momento tan feliz, niña querida. Ojalá sigas en él para siempre.
Por último, muchas gracias por acercarte y por tus palabras. Y en cuanto pueda me paso por tu casa.
Un besazo.
Hola ZEN:
ResponderEliminarYa no te digo lo que me alegro de verte, porque sé seguro que lo sabes.
Y sí, como siempre aciertas... el presente acostumbra a pasarnos "desapercibido" Tiene razón Sara y también tú... parece que seamos más felices en el recuerdo de nuestros "solsticios" que en la realidad actual que nos concierne.
¿Servidumbres de percepción humana?
Quien sabe...
Un beso, amigo. Uno grande.
MALVADA:
ResponderEliminarAlgo de bruja tienes... ya lo creo... a raíz de esa canción, comenzó nuestra conversación (la de Sara y mía). Y es que le iba como anillo al dedo a la vivencia de mi querida amiga. ¡Ya ves! Ojalá andes ya mucho mejor de "lo tuyo" querida. Parece que haya una epidemia...
En fin! un besazo.
ROMEK:
ResponderEliminarPues mira, que tienes toda la razón. Casi nunca se corresponde el recuerdo con la auténtica realidad del mismo.
Los humanos, de forma legítima por otra parte, tendemos a embellecer algunos de nuestros recuerdos aún sin quererlo.
Buena observación la tuya, como de costumbre.
Un beso y gracias por acercarte.