sábado, 28 de febrero de 2009
Un viaje iniciático
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Hoy, es mi intención iniciar la publicación de una serie de posts que iré desgranando poco a poco y de tanto en tanto. Desconozco el interés que puedan despertar, entre los que hasta aquí os acercais. Pero es algo que cambió mi visión del mundo y mi manera de enfocar las cosas hasta no hace mucho. Yo creo que para bien, y por ello, me gustaría compartirlo.
Dicen que nada ocurre por casualidad, y quizás sea cierto. Una afirmación lejos del pragmatismo que nos rige desde hace siglos.
Quiero decir con esto, que “todo” lo que quede fuera de la realidad demostrable, es considerado “esotérico”, improbable o puesto en duda hasta que la Ciencia lo certifique desde el pragmatismo al 100%.Así pues, cualquier suceso, acontecimiento o peripecia que nos ocurra, oficialmente se atribuye a una combinación de libre albedrío y azar. Algo que otros muchos nombrarán y reconocerán como destino, designios divinos etc…
Pero… ¿realmente estamos capacitados para detentar la auténtica realidad? ¿O lo que percibimos, en la limitación de nuestros sentidos, son sólo aproximaciones a pesar de todo nuestro empirismo?
Hace ya alguno años, contra mi costumbre, accedí a realizar un viaje en tren a no importa el lugar, con alguien muy cercano y que tiene fobia a volar. A la espera de la salida del convoy, donde debíamos pasar toda la noche, nos aprovisionamos de diversas publicaciones un poco al ¿azar? Una de ellas, versaba sobre divulgación de temas científicos. Fue mi primer contacto con la Física Cuántica. Una ciencia que contradice “gravemente” a la Física tradicional, y que muy grosso modo, diremos que es, la física de lo pequeño, lo ínfimo. La Física de partículas…
En esa publicación, descubrimos un artículo que nos mantuvo en vela prácticamente toda la noche, en una apasionada discusión “filosófica”. En nuestro descargo diré, que alguien tan versado en estos temas como es Stephen Hawking, dice siempre que se le pregunta sobre ello, que por favor le traigan su pistola (sé de sus limitaciones, pero son sus palabras) para poner fin a ese experimento…
Tanto nos perturbó su lectura, que ése, fue el principio de una investigación autodidacta que hemos terminado por ampliar de diversas maneras, cursos en la Facultad de Física (créditos de libre elección impartidos por la U.B. en verano) conferencias, charlas, lecciones y cursillos varios sobre el tema… Algo que nos abrió la mente a todo un Universo, nunca mejor dicho, nuevo y desconocido hasta entonces, pero apasionante. Y del que según el interés que despierte, os iré hablando de vez en cuando.
El experimento, del que existe abundante bibliografía en la red y del que seguramente muchos habréis oído hablar, aunque ello no le reste sustancia ni interés a la polémica que siempre suscita es el siguiente:
EL GATO DE SCHRÖNDINGER
(transcrito del Rincón de la Ciencia por M.A. Gómez)
Cuando se habla del “gato de Schrödinger” se está haciendo referencia a una paradoja que surge de un célebre experimento imaginario propuesto por Erwin Schrödinger alrededor del año 1937, para ilustrar las diferencias entre interacción y medida en el campo de la mecánica cuántica.
El experimento mental, consiste en imaginar un gato metido dentro de una caja que también contiene un curioso y peligroso dispositivo. Este dispositivo está formado por una ampolla de vidrio que contiene un veneno muy volátil y por un martillo sujeto sobre la ampolla, de forma que si cae sobre ella rompiéndola y se escapa el veneno, el gato moriría. El martillo, está conectado a un mecanismo detector de partículas alfa. Si llega una partícula alfa el martillo cae, rompiendo la ampolla con lo que el gato muere, por el contrario, si no llega no ocurre nada y el gato continua vivo.
Cuando todo el dispositivo está preparado, se realiza el experimento. Al lado del detector se situa un átomo radiactivo con unas determinadas características: tiene un 50% de probabilidades de emitir una partícula alfa en una hora. Evidentemente, al cabo de una hora habrá ocurrido uno de los dos sucesos posibles: el átomo habrá emitido una partícula alfa, o no… (la probabilidad de que ocurra una cosa o la otra es la misma). Así pues, como resultado de esta interacción en el interior de la caja, el gato está vivo o está muerto. Pero no podemos saberlo si no la abrimos para comprobarlo.
Y ahora viene el intrínguli que nos dejó “pallá” en ese viaje iniciático:
Si a lo que ocurre en el interior de la caja, lo describimos aplicando las leyes de la mecánica cuántica, se llega a una conclusión muy extraña y sorprendente. El gato vendrá descrito por una función de onda extremadamente compleja, resultado de la superposición de dos estados combinados al 50% : GATO VIVO Y GATO MUERTO. Es decir, aplicando el formalismo cuántico, el gato estaría a la vez VIVO Y MUERTO. Se trataría de dos estados indistinguibles.
La única forma de averiguar qué ha ocurrido con el gato, es realizar una “medida”: abrir la caja y mirar dentro. En unos casos encontraremos al gato vivo y en otros muerto. Pero ¿qué ha ocurrido? Al realizar la “medida” el observador interactua con el sistema y lo altera, rompe la superposición de estados y el sistema se decanta por uno de sus dos estados posibles.
El sentido común nos indica que el gato no puede estar vivo y muerto a la vez. Pero la mecánica cuántica dice que mientras nadie mire en el interior de la caja, el gato se encuentra en una superposición de los dos estados, vivo y muerto .
Esta superposición de estados es una consecuencia de la naturaleza ondulatoria de la materia. Y su aplicación a la descripción mecánico cuántica de los sistemas físicos, es lo que permite explicar el comportamiento de las partículas elementales y de los átomos. La aplicación a sistemas macroscópicos como el del gato, nos lleva a la paradoja que nos propone Schrödinger.
La pregunta inmediata que se plantea, es : ¿El ojo del observador influye en la realidad?
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no puedo opinar desde la física cuántica pues la desconozco, es más solo utilizo esas palabras para demostrar que no tengo idea sobre algun tema "se tanto de X tema como de física cuántica" jijiji
ResponderEliminarSin embargo, desde el punto de vista social, el punto de vista del observador influye totalmente (desde el punto de vista social mio jajjaj)porque por mucho que te esfuerces por ponerte en los zapatos del otro siempre terminas opinando con tus valores y experiencias... nada que ver con tu post que me ha parecido muy interesante, pero quería darte mi opinión sobre tu ultima pregunta ;)
Besitos
Evidentemente, el ojo observador es el culpable de casi todo lo que sucede.....Sobre todo de aquello que parece pasar desapercibido....
ResponderEliminarPero claro, quién tiene la vara de medir ciertas cosas.....
Porqué en algunas cosas, unos se empeñan en tachar aquello que para otros es de designios dívinos...
Lo importante es de quién lo haya sentido de una forma u otra....
Porque hablamos muchas veces de la elevación de nuestro Alma, si en realidad nunca hemos experimentado si la tenemos o no en realidad...
Sin embargo, el fluir de la sangre de una manera distinta, nos hace creer en algo parecido a ese Alma....
O voy más léjos aún....alguna vez nos ha pasado tener la certeza de que la situación que estamos viviendo ya la hemos vivido igual, mismas personas mismos lugares....
Sin embargo, sabemos conscientemente que nunca hemos estado allí, o con esas personas....
Y bla bla bla...sobre que eso está demostrado que es un efecto de doble imagen en el cerebro y patatín...pero hasta una herida grave, una persona curando esa herida, en un lugar poco habitual...
Demasiadas coincidencias....
Ahora que me lo explique Hawking....
Por no contar cosas más personales aún que no es preciso velar de mí...
Pero, mientras el sol ejerza el poder suficiente para que el ciclo de nuestro planeta siga con vida, quedan demasiadas cosas al "Azar"....
Un Abrazo.....
No sé si lo voy a tener que volver a leer. Me pareció fascinante, pero no tengo una respuesta. Al igual que Lilyth desconozco sobre la física cuántica.
ResponderEliminarCreo que influye totalmente, el punto de vista social.Observamos y tratamos de hacer lo que les gustaría ver a los demás. besos!
ResponderEliminarEl ojo insensible del asesino investigador, incapaz de amar otra cosa que no fueran sus propios experimentos lunáticos, infuyó antes de haber observado en:
ResponderEliminar-La realidad del pobre gato y su poco probable descendencia
-La realidad de los ratones o pájaros que hubiera podido capturar
-La propia realidad, si hubiera sido tan estúpido tanto para abrir la caja sin máscara de gas, como para meter al gato en una caja sin ventanilla para mirar, lo que viene a demostrar su estupidez supina.
-La realidad de los que leemos esto que al mismo tiempo, de alguna forma contribuimos a mantener experimentadores de lo imaginario.
Por supuesto que no tengo nada en contra de tu artículo. Estos temas me atraen lo mismo que el morbo suicida de aproximarse al borde de un precipicio sin barandilla. Eso y mi cretina imaginación, que se creen capaces de asumir todo tipo de hipótesis, y está visto que no, porque he desvariado pensando que la ampolla debía contener tinte rojo que caería sobre un vaso de agua, dejando el experimento en las mismas condiciones.
De todas maneras, me falta el dato "tiempo". El gato está vivo en el momento t, y en el momento t+1 estará vivo o no, pero nunca ambas cosas en el mismo momento, y no creo que se pueda ondular al tiempo pretérito, y el hecho de que el observador influya o no, será en el momento t, t+1, o t+2, y lo mismo da si, como resultado de abrir la caja, el gato cambia de estado, porque siempre será en distintos momentos.
Bueno, gracias por permitir decir estas tonterías.
Un saludo.
Querida Amiga Cristal,
ResponderEliminarAndo desaparecida... los motivos son diversos y uno de ellos es mi dificultad para 'crear tiempo', sin embargo tú sabes que he pasado por aquí y he leído con cariño y atención cada una de las entradas que no comenté.
Aunque la vida me empuje al empirismo cartesiano, la cultura que me impregna y los propios misterios que me rodean, me llevaron a pensar o intuir, mucho antes que supiera algo de la física cuántica, que muchas de las cosas que empíricamente se dan por sentadas, simplemente son la falta de ganas o el desconocimiento de otra manera de mirar. Por esto, me encanta Jung y especialmente su 'Sincronicidad'.
Como nada es casualidad (ej. cartas de baraja en medio de la calle) te dejo una estrofa de una canción que escuchaba ayer por la noche y ligaba con unos escritos sobre Plusvalía del artista mejicano Erick Beltrán, pensando que un día de estos los colgaré en mi blog para compartirlos.
Besos Turmalina
'La ciencia es una estrategia,
es una forma de atar la verdad
que es algo más que materia,
pues el misterio se oculta detrás'
León Gieco
PD. Tengo que comentarte la entrada anterior pues me gustaría 'discrepar' un poquito (jajaja)
Decir que no hay casualidades, que existe el destino, y el destino puede ser ese que elegimos. Las cosas “raras” que nos pasan, o al menos a mí, son cosas que estamos capacitadas a sentir. Si no las sientes es que no tienes ninguna intuición. Todo el mundo tiene espíritu, y me atrevería a decir que la mayoría corrompido. Hay poca gente especial. Percibimos lo que percibimos por capacidades espirituales, que alguien las puede tener nulas y otro alguien puede crecer espiritualmente.
ResponderEliminarEl mundo siempre ha sido desconocido. En realidad nadie sabe como es ni quien o que exactamente lo rige, solo hay teorías.
Y sobre la pregunta que has realizado, decir también que el ojo solo transmite lo que ve, y si lo que ve no es “normal” no quiere decir que no sea cierto.
Ahora me puedes tachar de loca.
Besos.
¿No te das cuenta que te pones tan profunda que la gente no te entiende?
ResponderEliminarUn poco de humildad, segundona.
No soy un entendido de física cuántica pero el tema me encanta así que te animo a seguir publicando. Lo que describes creo que se denomina "Principio de Incertidumbre (o indeterminación) de Heissenberg" y la aplicación más básica en la física cuántica es la imposibilidad física de saber al mismo tiempo la posición y la velocidad de una partícula. Podemos saber una con exactitud pero no la otra. Podemos conocer una con un grado de certidumbre, pero cuanto más certidumbre haya con respecto a una incógnita más incertidumbre hay en la otra. Un ejemplo claro: para detectar la posición de una partícula hay que "iluminarla" por ejemplo con la luz del microscopio. Los fotones, que son las partículas de la luz inciden sobre la partícula y modifican su velocidad. La luz es un ejemplo de la dualidad onda-corpúsculo que has mencionado.
ResponderEliminarLa mecánica cuántica se contrapone a la Teoría de la Relatividad en varios aspectos. Tu pregunta en realidad no es aplicable al mundo normal porque la mecánica cuántica tiene sus leyes fijadas en el mundo microscópico así como la Relatividad las tiene en el mundo macroscópico. Y sin embargo también la Relatividad, como su propio nombre indica, habla de la importancia del espectador. De hecho en nuestro mundo real es algo que ocurre continuamente: si tu vas a 100 km/h y te adelanta un coche a 120 parecerá que te adelanta a 20. Para un espectador situado fuera verá las velocidades reales. Para uno que venga de frente las verá sumada a la suya.
Y para uno que nos observe desde fuera de la tierra? Las verá sumada o restadas a la rotación-traslación terrestre.
Y para terminar este embrollo en el que me he metido creo que ocurre lo mismo a nivel psicológico y social: la posición del espectador es determinante.
Ya es mi coronación!!!!
ResponderEliminarLa pregunta inmediata que se plantea, es : ¿El ojo del observador influye en la realidad?
ResponderEliminarDejo la paradoja... y dejo al gato... y respondo a tu pregunta con mi respuesta... El ojo del observador influye en la realidad... Te lo desmuestro con las diferentes interpretaciones que, cada uno de nosotros, hace sobre lo que tú, hoy, nos expones...
Como puedes observar cada uno de nosotros ve una realidad diferente... y eso nos pasa todo los días ante cualquier estímulo...
Un beso.
Yandros, te adoro, por esta explicación tan clara y sencilla y alcance de todo el mundo de algo tan complejo. A veces lo obvio es lo más difícil de comprender. ¿que bien que siempre haya alguien que tenga esa capacidad de acercarnos a la realidad escurridiza.
ResponderEliminarBesos-
No, lo siento, es superior a mi limitado cerebro de letras...¡No lo entiendo! Para mí un gato no está vivo Y muerto, sino vivo O muerto...
ResponderEliminarAnda, ¡¿a ver si van a ser las palabras las que influyen en la realidad?!! (o en mi realidad...)
Un beso cuántico!! ;-)
la realidad no existe más allá del ojo , el ojo qeu es mente, crea la realidad........
ResponderEliminarla realidad no exista
nunca llagaremos a la cosa en sí
porque nustro ojos es la cosa en sí
hermosos debates en tu blog cristal
y hermosa expresión literaria la tuya
saludos siempre
siempre y siempre
hasta pronto
Pues yo tocaya, tampoco tengo ni idea de Física Cuántica, pero si entiendo de gatos y del profundo amor y admiración que me despiertan, así que espero que el gato esté vivo y mi ojo obsevador intentaría influir en todo momento en ese sentido.¡¡ Por favor, qué el gato este vivo!! Un abrazo de Cristal a Cristal.
ResponderEliminarGrrrr
ResponderEliminarYa me acuerdo... No me dejasteís dormir en aquel tren!!!
Leñe!!!
:-D
ResponderEliminarLa pregunta inmediata que se plantea, es : ¿El ojo del observador influye en la realidad?
Sí en algo tan ‘objetivo’ como medir algo hablamos en términos matemáticos de la ‘incertidumbre de medición’ donde uno de los factores a tener en cuenta en repetibilidad y reproductividad es el operador (medidor...) imagina observando la realidad...
Creo que ya contesté...
O tal vez no...
Tú cómo lo ves...
;-)
Muack!
Ja jajajaaajj, ayyy... tenía ganas de volver a leer más opiniones, y me encanta saber cómo somos capaces de preocupar
ResponderEliminarYandros lo explica de forma similar a como explican en una enciclopedia multimedia sobre la ciencia, creo.
http://www.youtube.com/watch?v=6SNxB7YX8K8
Y aunque todos sabemos que no hay gato en peligro -ni encerrado- dentro de los límites de nuestra imaginación, vuelvo a agradecerte que revuelvas mis pensamientos, y espero ya leer tu próximo texto.
Cierto. Influye. Es más existe un principio físico que es el Principio de Incertidumbre de Heinseberg el cual dice:
ResponderEliminar"Cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conoce su cantidad de movimiento lineal". Es decir que nuevamente dependerá de lo que el Observador quiera conocer en ese momento.
Yo llegué a interesarme a raíz de ver la película "Y tú que sabes" que si no la has visto te la recomiendo fehacientemente.
Gracias por publicar este post y los que le siguen, porque prometen!
La realidad es una....la de cada cual, mientras no miremos no vemos la realidad que hay dentro, es verdad que puede estar vivo-muerto, pero mientras no lo veamos para mi no es real...Como Santo Tomás....Es real cuando la abra y lo vea.
ResponderEliminarLo que me da pena es del gato, en fin....
Besitos
Efectivamente, cada uno de nosotros ve una realidad diferente y, además, la interpreta a su manera...
ResponderEliminarHola, acabo de aterrizar en tu blog y he flipado con tu post del viaje iniciático. Por favor, cuenta más sobre el tema que quiero saber!!!! También te quería recomendar la película "Y tú, ¿qué sabes? pero he visto que ya te la han recomendado. Yo la he visto varias veces y cada vez saco nuevas conclusiones.
ResponderEliminarEn la película se habla, además, de los experimentos de Masaru Emoto (recomiendo su libro "Los mensajes del agua"). Este investigador ha estudiado los efectos de la palabra y de la música sobre el agua y ha llegado a la conclusión de que el agua es mucho más hermosa cuando se le pone una bella música o se le dicen palabras bonitas (él saca fotos de una gota de agua con un microscopio o algo así). La conclusión es que si el cuerpo humano es un 75% (o más) de agua, imagínate la diferencia que representa que te digan cosas bonitas o feas...
Uffff, no sé si he metido un rollo sin sentido. Espero que no. En todo caso, me ha encantado tu post y tu blog...
Saludos!!!!
Cristalit@ mi@: esta pregunta en tu blog, parece casi una pregunta retórica..."La mirada de cristal" remite un poco a eso de "todo tiene el color del cristal con que se mira" y como te bautizamos CRISTAL, aquí en este refugio tuyo, dónde vengo por las noches y me haces sentir tan bien, la realidad tiene el color de tu mirada, tan particular y clara.
ResponderEliminarBesitos, besitos,besitos.
Cristal!! me has dejado flipado, el asunto y la paradoja en sí es fascinante...la física siempre para mi ha sido un territorio indómito, soy un pobre poeta que siempre suspendía física y matemáticas en el bachillerato. Pero hoy has conseguido atraparme, lo reconozco...de verdad, no dejas de sorprenderme
ResponderEliminarun beso, muchos besos desde mi tarde lluviosa
Cristal, por favor, continúa con estas entradas. Además de hacernos pensar a todos, los que saben y los que no sabemos, de Física Cuántica, acercas la Ciencia con mayúsculas, algo que jamás me he atrevido a hacer y no precisamente por falta de ganas.
ResponderEliminarEn cuanto al gato de Schrödinger, decirte que me he quedado un buen rato pensando, y no he llegado a ninguna conclusión, salvo que jamás podríamos decidir si el gato está vivo, muerto, o vivo y muerto.
(si ya sabía yo por qué preferí la química a la física... con tantas incógnitas me queda un nudo extraño en el estómago, y unas dudas de existencialismo acoj... perdón)
Un beso enorme, Cristal.
Pues parece que si, todo va en cuestión de percepciones. Estos espacios que nos inventamos son prueba clara, de sensaciones e interpretaciones, que pueden ser de una misma realidad. Un artículo muy desarrolladO, con una hipótesis muy interesante.
ResponderEliminarBesos domingueros
el verdadero observador está conectado a lo observado y no hay distinción, no hay dualidad. Por supuesto que influimos en lo que observamos.
ResponderEliminarγνῶθι σεαυτόν
Yo no sé nada de Física Cuántica, salvo que existe, pero estoy totalmente convencida de que el ojo del observador influye en la realidad.
ResponderEliminarCada uno vemos con el filtro que nos proporciona nuestro mundo, nuestra cultura, nuestras viviencias... y percibimos una realidad diferente a la de otros.
Hay coincidencias o mejor aproximaciones, pero percibimos diferente.
Me apunto a este viaje iniciático que huele a aventura.
Besos
En mi cuento "Charlas en la cocina",un personaje se pegunta qué hace otro cuando sale de su campo visual.
ResponderEliminarTuve, en los comentarios,y como respuesta, el principio "cogito ergo sum".
Tenemos conciencia de lo real?Creo que no...Qué es la realidad? Significado y significante? Y ya me fui de la física cuántica y me zambullí en las letras.Y,desde las letras, respondo que sí, que el ojo del observador influye en la realidad.O en la interpretación de la realidad( que no es lo mismo, pero es igual, dijo en una canción Silvio Rodríguez).
Un beso!
En breve os contesto a todos. Ando "apretadilla" de tiempo pero no dejaré de hacerlo y menos esta entrada. Vuelvo en cuanto pueda.
ResponderEliminarLilyth, pues no andas tan lejos de la idea que he intentado transmitir. Todas las miradas influyen en la realidad- Es una forma de medirla.
ResponderEliminarUn beso
€rik, la vara de medir es nuestra mirada. En cuanto a las coincidencias, te recomiendo investigar a través de Jung y la "sincronicidas" (si es que no lo has hecho ya) cre que te gustaría... Y a Hawking este esperimento del gato, incluso a Einstein les vuelve locos...
Un beso.
Nancy, cuesta un poco al principio, pero como todo, requiere ponerse en situación.
Apapacho cuántico.
Kuoremio, así es, este mundo es un escaparete que medimos a través de la mirada. Un beso.
Waldstein, me gusta que seas un "provocador" de mente sana e ironía fina. Un abrazo.
Querida Gárgola, que decir más que estoy completamente de acuerdo con el planteamiemto que haces.Somos muchos los que andamos apretadillos de tiempo. No te preocupes. Sé que estás ahí y eso basta y sobra.
Un besazo.
Littlepainagain, ¿loca? pues bendita locura la tuya. Ojalá todo el mundo fuera especial en la misma medida que tú.
Un besazo.
Oiga Doña, vd. sabe que estoy a sus pies para lo que haga falta.
Yandros, deberías ser tú el que hiciese estas entradas. Te explicas lo siguiente de bien y por supuesto mucho mejor que yo, Y si hago una entrada con la relatividad, me vas a permitir que, citándote claro está, haga servir tu comentario.
Un abrazo señor ingeniero. 'casta amigo!
Borraeso, pues sí cada uno vemos una realidad diferente ¿habrá más de una? es otra de las posibilidades de un mundo cuántico.
ResponderEliminarApasionante ¿verdad? Besos.
Mercedes, cuesta un poco al principio. Esas fueron las mismas palabras que yo proferí después de leer por primera vez el experimento del gato. Hoy, soy una "conversa". Besos cuánticos.
Princesa, muchas gracias. Estoy convencida de que tú ya habitas en ese mundo cuántico.
Besos.
Querida Tocaya, no temas, el gato está vivo. Porque el experimento es imaginario. pero apasionante verdad. Otra coincidencia, me encantan los gatos amiga. De hecho tengo dos.
Abrazos
Gabi, ups! pues sí éramos nosotras... ¿eras tú el tanto protestaba? jajaja
En cuanto a tu respuesta, la verdad es que de los ciencias, jugais con algo de ventaja con respecto a los demás jeje! totalmente de acuerdo con tu planteamiento amigo.
Un beso grande.
Brujita, nunca dejas de sorprenderme ¿tú también eres de Ciencias? o has llegado tarde como yo a este descubrimiento sensacional de la Física de partículas. Preferí no plantaearlo, en un principio, como lo que es "principio de incertidumbre de Heisenberg" e intentar sacar la parte "amena" para que tenga un poquito menos de dificultad...
Por cierto, no consigo dejar comentarios en tu blog. Ese duendeeeeeeeeeeee! que me tiene loca!!!
Un besazo.
Lola, pues lo has pillado a la primera, con lo que me costo a mí Buff! si es que la que vale vale!
Besitos preciosa.
Luis Antonio, así es, todos tenemos nuestra visión particular del mundo. Sea cual sea la realidad.
Un abrazo.
Buenas noticias, muchas gracias y bienvenido a mi pequeño espacio.
Conozco la película Y tu que sabes y los trabajos e Emoto con los cristales del agua. Impresionante ¿verdad? Pronto haré una entrada con ese tema.
Un beso.
Muchas gracias Anita, y sigue viniendo a verme a menudo. En este espacio hacen falta las miradas de angel. Un beso muy muy grande.
Roberto, más torpe que yo para estos temas seguro que no eres tú.
Esto, es como el anuncio de la tónica... eso es que lo has probado poco... jajaja Yo era un aténtico zote en mates amigo. Pero ya ves!
Besos.
Querida Gloria, esa es mi intención, pero sólo de tanto en tanto y como curiosidad... que si no a muchos les puede resultar un latazo...
ResponderEliminarBesos a montones
Elisa, es el futuro que viene. Y del que estaba claro que tu tendrías noticia... ¡Como tié que ser!
Un besazo.
Nsk, veo que te sabes la teoría a la perfección... garcias por la visita y bienvenido a este espacio, siempre que quieras-
Saludos.
Luisa, gracias por tu incondicionalidad, eres una mujer increible, de una pieza. Prometo que el tema es apasionante.
Un beso amiga.
Amiga Rayuela, pues visto lo visto, no están tan lejos las letras de la Física... pero de alguna forma la Ciencia cuántica nos acerca cada vez más a la filosofía especialmente al Zen...¿curioso verdad?
Besos.
Yo creo que lo has explicado de lujo y además lo del gato y el cajón atrae más que los pobre electrones y fotones del Principio de Incertidumbre.
ResponderEliminarEl nombre de física cuántica lo han puesto para acojonar, en la parte superficial no es difícil de entender. Lo malo es que, al igual que la relatividad, nos obliga a pensar de otra forma. En cierto modo todo este tema está relacionado con la entrada "Destino" que puse hace algunas semanas en mi blog ¿recuerdas lo de los caminos que se iban abriendo y cerrando otros?.
Pues imaginalos ahora en realidades parelelas...para morirse.
En fin que me enrollo de nuevo. Lo que venía a decirte es que ya daría yo un pedazo de mis ejemplos fisico-cuánticos por tener la narrativa y la riqueza literaria de este blog, y por ende, de su dueña
Un saludo y sigue así que esta entrada a causado sensación!
Cristal, la conclusión cuántica al cien por cien exacta es que a Schrödinger no le gustaban los gatos.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Yandros, pero créeme cuando te digo que tu explicación de la relatividad que tu ves tan "obvia" hay a muchos "cátedros" que se les atraganta... y te dan una conferencia con la que te quedas peor que antes de empezar... y cuando acaban lo unico que se te ocurre es un: ¿mande? jeje. Leí ese post, y creo recordar que ya te aconsejaba que hicieras un Blog "paralelo" en esa línea. Tienes una capacidad de síntesis y claridad de pensamiento fuera de lo común amigo. Te lo aseguro.
ResponderEliminarUn abrazo Yandros.
Terry, jajajaja como tu no hay dos.
ResponderEliminarEl experimento del profesor Schrondiger es imaginario amigo. Y digamos que le gustaban más los perros jeje!
Jajajaja...Yo creo que mi blog está diseñado para "trabajar" la paciencia...hay días que ni yo puedo entrar, así que me digo: "Hoy toca vacaciones", lo de los comentarios siempre me ha dejado, debe decir, "no mordamos la mano que nos da el pan" :-) Paciencia, ya sabes a veces las redes se saturan, realizan mantenimientos...
ResponderEliminarRespecto a la pregunta de si soy de ciencias. La respuesta es no. Soy de letras puras, pero llegué a este tema a través de la película y tú que sabes... empecé a leer las cosas más amenas y divulgativas, porque lo que realmente me interesa es lo que plantea el film en cuestión,es decir, si somos realmentes "creadores" de nuestra propia realidad...
Brujita, yo también soy de letras, y para mi el descubrimiento de este mundo cuántico ha supuesto un auténtico alivio "espiritual".
ResponderEliminarConozco la película Y tu que sabes, incluso he hecho algún seminario con Joe Dispenza, cuando ha estado en Barna. Un lujo inesperado amiga. Un beso.
Cristal, a buenas horas horas descubro este post, pero más vale tarde que nunca...
ResponderEliminarEl año pasado cursé una asignatura de química cuántica (la imparten desde el departamento de Química-Física de la U.Z.) y a mí también se me abrió un mundo...
No sólo ese experimento, también estudiamos la probabilidad de poder atravesar un muro en vez de chocar contra él.
Es de las pocas materias (fuera de la orgánica) que ha conseguido apasionarme.
Así que, qué puedo decirte, me ha encantado tu post y tu interés hacia esta rama tan abstracta de la ciencia.
Un besazo!
Irene, la verdad es que acercarse a lo Cuántico, marca un antes y un después en casi todos los que lo hemos hecho... lo hablo a veces con ese "proyecto de químico" que tengo por hijo... y a él también le ocurre lo mismo.
ResponderEliminarIré haciendo alguna entrada en esta línea de tanto en tanto, aunque no me considero una experta, si soy una apasionada del tema...
Esa particularidad de la luz de comportarse como partícula o como onda, según lo que encuentre en su "camino" también me fascina...
Un besazo Irene.
Muy interesante lo que escribes y sobre esa paradoja. Yo, a pesar de lo lógico que a veces soy, creo que somos un todo que no hace a nadie independiente de nadie...en mayor o menor grado. Entonces, sí... el observador influye en el observado,y si no ¿por qué escribimos? Pues para saber qué opinan los lectores, y en ese sentido... de lo que digan estará construida parte de la percepción de lo que creemos que hemos escrito.
ResponderEliminarUn saludo desde Medellín, y volveré sobre tus escritos extremos y muy intersantes.
Francisco, muchas gracias por tus palabras. Y estamos mucho más "conectados" de lo que nos imaginamos, las cadenas tróficas no son sólo biológicas, también lo son emocionales y cualquier alteración mínima influye en ellas.
ResponderEliminarBienvenido y acércate siempre que quieras. Saludos.