Imagen de La mirada de cristal
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Todo siempre es igual.
Cuando otra vez como ahora llamamos en el lejano muro..
Todo siempre es igual.
Aquí están tus dominios, pálido adolescente:
la húmeda llanura para tus pies furtivos,
la aspereza del cardo, la recordada escarcha del amanecer,
las antiguas leyendas,
la tierra en que nacimos con idéntica niebla sobre el llanto.
Olga Orozco.
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30
de Agosto. Cielo en plata y lluvia mansa desde primera hora. La temperatura ha
bajado a cotas soportables. Una brisa agradecida rumorea entre las hojas del
frondoso tilo y hace aún más patente el silencio que se respira en este rincón.
Por una vez, parece como si la meteorología quisiese dar un respiro a este Mediterráneo de
aguacero, tempestad y tentetieso a los que nos tiene acostumbrados en los
finales de estío de estas latitudes. Abro la puerta que da al jardín para escuchar
a placer el murmullo que borda el agua en esa naturaleza próxima y domestica. Alivia. Las hiedras y el magnolio, brillan cercanos e impertérritos bajo esa
inesperada llovizna y junto al verde profundo del seto, las primeras hojas de
la umbrosa morera, caen sobre el césped como aldabonazos de otoño...
Los
gatos entran a refugio. Huele a tierra mojada y en el ánimo se filtra esa sensación
indefinida del desenlace… también de
escape, de liberación. Respiro hondo, mientras pienso que cada cosa tiene
su momento y que un final es a la vez un inicio. Si algo no perdona, lo enfoques por donde lo enfoques, es el tiempo.
A pesar de nuestros pautados y falsos calendarios vitales o temporales, hasta en su
sentido atmosférico, él, siempre está ahí para de alguna forma recordarnos, que
la vida y todo… sigue pasando al albur de los días y los hechos. Irrefutable. Sumando años,
sucesos y tormentas varias, en el más amplio sentido del término.
Amores,
gentes, proyectos, deseos… quimeras que van y vienen en nuestro tiempo
concedido, dejando su impronta imborrable, pero que terminan por desaparecer en estaciones y etapas que nos devoran
y viceversa. Disolviéndonos en recuerdo. En pasado.
Cuestan
los cambios, aún los esperados. No importa si por sabidos o buscados, el caso
es que nos provocan ese sentimiento de inquietud, que suelen dejar el abandono o la renuncia, la pérdida... o hasta una racha de mala
suerte que luego resulta no ser tal. Un tiempo extraño pero necesario, que nos
incita a seguir sin volver la vista atrás. Asimilando el final de sueños que se
desvanecen en la estela de otros nuevos.
Sabor de vida
en estado puro.
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Aix, nena, me has emocionado.... A estas horas de una noche de luna azul, me encantó leerte. Y me encantó la imagen de unos sueños que se desvanecen en la estela de otros nuevos. De vez en cuando la vida... te conecta, incluso de forma virtual, con personas que vibran al mismo ritmo que tú. Y es un placer encontrarlas, aunque sea de forma virtual, en una noche de luna azul, cuando la lluvia ha dejado el aire fresco, limpio y nuevo.
ResponderEliminarUn beso, querida Cristal, bien grande.
Hola, fairy Hellen:
ResponderEliminarTodo un consuelo saberte ahí, también insomne :) je!
Sí, esta luna azul de deseos,hoy, nos ha unido de nuevo, en este paseo vital en el que hemos coincidido. Todo un placer.
A ver, si por fin, nos vemos de una vez.
Besos, preciosa. Muchos!
Oh, que maravilla, mi amiga Cristalina, plena de melancolia, escribe bellas palabras, mientras los gatos corretean y se pueden oler mil fragancias...
ResponderEliminarMagnifico, amiga (la frase final es tremenda...)
Un abrazo fuerte
“Sabor de vida en estado puro” … Me maravilla como eres capaz de descubrirlo y sobre todo de descubrírnoslo a los zotes, a los que aún no nos llegaron las gotas salvadoras.
ResponderEliminarSigue haciendo calor… demasiado calor aún.
Gracias, corazón!!
"Amores, gentes, proyectos, deseos… Quimeras que van y vienen en nuestro tiempo concedido. Todo deja su impronta pero termina por desaparecer en estaciones y etapas que nos devoran y viceversa. Disolviéndonos en recuerdo. En pasado"
ResponderEliminarNostalgia que reconforta, Cristal.
Gracias.
Todo el texto tiene el aroma fresco y nuevo de septiembre, del incipiente otoño que se deja ver entre las luces del día. Todo tiende a recogerse. El mes de los nuevos propósitos.
ResponderEliminarUn agradable placer leer algo tan hermoso.
Un beso
Se me cuelan tus letras con sabor a rocío y verde brillante, junto a esta luna que aún es grande y redonda.
ResponderEliminarAlgo de melancolía también brilla entre los arbustos.
Con septiembre te van mis besos
Letras emocionantes, que nos conciernen a todos en algún momento. Qué difícil y que cierto a un tiempo lo que dicen.
ResponderEliminarBesos.
lo escribiste para que yo lo leyera.
ResponderEliminaren eso estamos...
gracias, chica mala*
En algunos monasterios budistas tienen la sana costumbre de regalar a los novicios un reloj de arena que deben observar varias veces al día para aprender y comprender la fugacidad de todo y del todo. Creo que los relojes de agujas y los digitales nunca ofrecerían idénticos resultados. Las pilas para seguir viviendo las debemos aportar nosotros y no los ingenios mecánicos.
ResponderEliminarSé que estás en esas fechas donde el tiempo te regala o te roba un año más de vida, lo cual es motivo más que suficiente para felicitarte o en su caso, acompañarte en el sentimiento.
Sabor de vida, a veces dulce y a veces amargo. Precioso escrito, en el que todos nos podemos sentir identificados.
ResponderEliminarTú, siempre tan lúcida y especial.
El día pasa lento frente a mi ventana, y a ratos… casi vacío. Los insectos van distraídos, sin rumbo, como si llegar o no careciese de importancia. Los pequeños chubascos caen a su antojo, ligeros y breves. Hasta el sol, cuando asoma, lo hace distraído.
ResponderEliminarEl horizonte se acerca con promesas más oscuras a medida que avanza. La escena se va tiñendo de ocres, amarillos, rojos. Será el otoño con esta luz oblicua y transparente que termina por alumbrar otras cosas pero… huele a letargo, a metamorfosis, a cierta muerte.
La muerte es el tiempo con un disfraz diferente.
Un placer otoñal leerte.
Así es, amigo Alfil, lento, vacío y sin rumbo, porque no hay meta, sólo camino. Probablemente ellos, los insectos, sin nuestras construcciones mentales y prejuicios, a su modo, perciban el tiempo de forma mucho más exacta que nosotros. No en vano son maestros en "metamorfosis" :).
ResponderEliminarY sí, quizás la muerte, es el tiempo con un disfraz diferente y lejano a nuestra comprensión... ¿un cambio de conciencia? ¡quien sabe!
Como sea, el placer es mío, al volverte a encontrar entre mis letras, sobre todo con tan bello comentario.
Gracias, por acercarte de nuevo.
Antiqva:
ResponderEliminarMuchas gracias por acercarte hasta este rincón a dejar tu amabilidad para con mis letras.
Los gatos... ellos saben de tiempo y naturaleza mucho más que nosotros ¿verdad?
Un abrazo, amigo.
Luisa:
ResponderEliminarNada tiene de "zote" la poetisa, y sí mucha y generosa sensibilidad para repartirla entre quien aprecia :))
Muchas gracias, por acercarte y dejar huella, preciosa!
Un beso. Uno grande.
Godot:
ResponderEliminarSi te reconfortó de algún modo, valió la pena escribirlo, amigo.
Y sí, al cabo, todos somos y seremos pasado en nuestra propia vida y en la de otros. Nuestra percepción del tiempo, por el momento, no permite otra cosa.
Muchas gracias por seguirme con tanta "fidelidad" :)
mj:
ResponderEliminarSeptiembre al acercarse al otoño, tiene ese sabor de recogimiento y "final". Y así como pasan las estaciones, pasa la vida... y al final, parece que todo termine por convertirse en "etapas" ¿verdad?
Bienvenida y gracias por decir que mis letras son hermosas.
Un beso.
Virgi:
ResponderEliminarBienvenidos sean tus besos septembrinos, que recibo con agrado, mientras veo como mengua esa luna hechicera y mentirosa que se va como este final de verano que se nos escapa ya a borbotones...
Un besazo, Virgi.
Susan:
ResponderEliminarEntiendo bien que en estas fechas, te parezcan difíciles estas letras en concreto, querida.
Sobre todo, porque todo pasa... hasta lo más grande... y esa futilidad del sentimiento, es siempre generadora de una cierta y dulce tristeza.
Un beso, muy muy muy, grande Susanita. :)
Silvia:
ResponderEliminarPues si tenemos en cuenta que ninguna de las dos, cree en las "casualidades" es probable que así sea, querida.
Un beso, preciosa.
Krapp:
ResponderEliminarAunque sea una pena la uniformidad occidental que está invadiendo y contaminando Oriente desde hace siglos, aún quedan ahí lugares como esos monasterios que nombras, en donde parece que el tiempo se percibe de forma algo distinta a como lo hacemos aquí... quizás, porque ahí es mucho más importante "ser que tener".
Y sí, ando en tiempo de empujar un poco mi samsara particular :) y si es verdad que vamos hacia el Nirvana, pues bienvenidos los nuevos tiempos :)
Muchas gracias por acordarte, amigo.
Sarita:
ResponderEliminarSerá que cumplir años, nos hace a todos un poco más sabios ¿verdad?
Muchas gracias, por acercarte y decir eso de mi texto.
Besosss!!
Me consuela que digas: "Cuestan los cambios, aún los esperados", porque es la sensación que tengo en esta especie de interregno que se halla entre el final de una etapa y el principio de otra...
ResponderEliminarMe alegra saber de ti y que hayas comenzado el curso haciendo gala de tu buen decir y sentir.
Un abrazo, Cristal
Luís A.:
ResponderEliminarPues si te consuela o te ha servido de algo mi texto, por poco que sea... ha valido la pena escribirlo, amigo.
Y también a mí, me alegra saber de ti sin importar porque motivo :)
Se te echaba de menos.
Cuántas sensaciones Cristal, cuántas... Me quedo con la de que los finales son inicios, mientras huelo ese aroma a tierra mojada.
ResponderEliminarEstos días te tenía muy presente y pensaba: "como haya escrito sobre el bosón de Higss" y esta vez no funcione entre ambas el canal sutil... me lo voy a perder... pero veo que me hubiera perdido un texto mucho mejor: "Pura vida".
P.S.: Eso sí, tú avísame si escribes sobre el bosón ;-)
Malvada de mi corazón:
ResponderEliminarPues la semana próxima, si el tiempo y la autoridad competente no lo impiden :), asistiré a unas conferencias, de las que probablemente algo saldrá... así que ese canal sutil, sigue ahí "inter nos" de forma patente.
Y sí, de alguna forma, más allá del estado de ánimo que nos provoquen ambas cosas... un final es siempre un inicio. De nuevo estamos de acuerdo, preciosa.
Gracias por pasarte y por tu amabilidad. Un beso.
Puedo sentir las sensaciones a través de tu texto.
ResponderEliminarGracias! ;)
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