Catalunya

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Este sábado pasado en Barcelona se produjo un hecho importante que ha pasado hasta cierto punto desapercibido en los medios. Quiero creer que oculto tras el tirón inmenso y comprensible de lo que significa la victoria de un país en un fenómeno de masas como es un campeonato mundial de fútbol.

Esa tarde, los ciudadanos catalanes se manifestaron en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto. Una manifestación multitudinaria, que de nuevo los medios, recogieron de forma desigual. Desde los 56.000 asistentes que recogía la Agencia Efe y que algún diario de tirada nacional hubo de rectificar “a posteriori” hasta el millón y medio que declaraba alguna de las entidades organizadoras de corte nacionalista, hay un margen de diferencia tan escandaloso que a muchos de los que no pudimos asistir, nos fue necesaria una sencilla investigación, para hacernos una idea exacta del pulso del país en una cuestión de importancia como esta.

Esa breve investigación dio como resultado lo siguiente:
Según la Guardia Urbana de Barcelona, en principio una fuente con fama de exactitud e imparcialidad en el recuento de este tipo de eventos, habrían acudido a manifestarse algo más de un millón de personas.

Asimismo os dejo enlaces de diferentes medios de probada solvencia e imparcialidad indudable, por lejanía y profesionalidad.
Australia:
http://www.smh.com.au/world/million-march-for-catalonias-right-to-autonomy-20100711-105p2.html
Reino Unido:
http://news.bbc.co.uk/2/hi/europe/10588494.stm
Francia:
http://www.france24.com/en/20100711-spain-catalan-one-million-protest-statute-constitutional-court-challenge
EEUU:
http://www.theepochtimes.com/n2/content/view/38989/

Todo ello sin perjuicio de otras manifestaciones afines en otras Comunidades Autónomas como Galicia o Euskadi, amén de en otros puntos tan lejanos del planeta como Buenos Aires.

Así pues, señores de la Agencia EFE y a algún otro medio con intereses concretos : “al César lo que es del César..."

Esta individualista rabiosa no va a entrar a analizar la sentencia, porque las opiniones políticas son siempre personales y cada uno puede ejercer su derecho a pensar como más le convenga.

Pero sí voy a publicar una editorial del diario con más tirada de Catalunya y si no el que más, también uno de los de más tirada del país, que da idea de, independientemente de donde hayamos nacido, cómo nos sentimos muchos de los ciudadanos de esta “NACIÓN".


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Más de una vez, cientos, miles, millones de veces se nos ha preguntado a los catalanes que respondiéramos con pocas palabras qué era para muchos de nosotros Catalunya. Cada uno obviamente contesta a su manera. Unos dicen simplemente que es el país del seny y la rauxa. Otros, que es una Nación, que ciertamente lo es por más que el TC haya querido jugar con los sentimientos de mucha gente. Algunos añaden a esta realidad nacional una fuerte defensa de su personalidad, muy basada en una lengua y una cultura propia. También hay quien sostiene, que por encima de cualquier descripción, lo que más define a Catalunya es su razón de ser, sus ansias de tener una personalidad diferenciada, no separadora, si no existen en el otro lado separatistas. Los menos, hablan de una Catalunya independiente, aunque el eco mediático de una muy importante intelectualidad y medios de comunicación ubicados en Madrid, tienda siempre a expandir esa realidad para distorsionar la imagen auténtica. Todas esas realidades catalanas (obviamente hay más y esas no estuvieron presentes) salieron a la calle y convergieron en una de las más grandes manifestaciones multitudinarias que se recuerdan en Barcelona. Quizás la de 1977 reclamando libertad, amnistía y Estatut o la del 2003 contra la guerra de Iraq, guarden cierta semejanza. Ninguna otra, aunque las cifras que se dieron entonces puedan confundir a la ciudadanía. Una Catalunya tremendamente fatigada por lo que está sucediendo salió masivamente a la calle a dictar su propia sentencia mientras oye en la lejanía, como otros disfrutan de su hartazgo. Hay un desgarro evidente y ciego está el que no quiera verlo. Sólo hacía falta estar allí para pulsarlo. Ver familias enteras, gentes de todos los rincones de Catalunya, mucha clase media. Todos, en defensa de su país.


Fdo.: José Antich (Director de La Vanguardia)