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Que la vida es un acto de elección permanente día a día, casi momento a momento, parece evidente. Dentro de ese período que el azar universal nos ha adjudicado a cada uno, estamos decidiendo continuamente que hacer con ese tiempo, con nuestros pensamientos y con los diferentes estímulos que se nos van presentando a lo largo de ella. Hay cosas inaplazables, diría incluso inabordables y fuera de nuestro alcance, como nacer, el trance de parir, incluso morir… aunque en ese cierre de telón se pueda llegar a interactuar. O las catástrofes naturales imprevisibles e inesperadas, que no nos dan la opción de elegir… si no que nos obligan a ello…
Hace unos días, en una comida improvisada de amigos, después de hablar de las tonterías y novedades pertinentes, se terminó por tocar este tema y casi todos intentamos traducir ese jeroglífico que significa tomar una decisión… Hubo opiniones encontradas y para todos los gustos pero de lo que coincidimos y aunamos opiniones, intentaré hacer un breve* resumen. A ver que os parece...
El hecho de escoger, acostumbra a implicar un abanico de opciones y es también una renuncia en si mismo. Sin importar el asunto a dirimir, a menudo representa un dilema difícil, porque a nadie le gusta abandonar alternativas así como así. Por eso somos muchos los que, y perdonarme la ordinariez, “nos la cogemos con papel de fumar” antes no decidimos si saltamos con red o sin red o simplemente si saltamos o no...
Hay temas que no presentan una dificultad especial, independientemente de la idiosincrasia de cada uno y también de la situación vital en la que nos encontremos en ese momento. Por ejemplo, en principio, es relativamente sencillo elegir en una carta de restaurante, donde vamos a pasar unos días de asueto, o si nos vamos de copas el viernes, el sábado… o lo dos días… jeje! Otras veces esas disyuntivas se convierten en un acto inconsciente, como cuando optamos por cambiar inopinadamente un itinerario habitual, o en un insólito arrebato, telefonear a ese amigo del que hace años no tenemos noticias y que de forma súbita, casi inexplicable nos ha venido a la mente. También cuando decidimos hablar con ese desconocid@ que encontramos casualmente ¿o causalmente? en nuestro recorrido vital.
Hay temas que no presentan una dificultad especial, independientemente de la idiosincrasia de cada uno y también de la situación vital en la que nos encontremos en ese momento. Por ejemplo, en principio, es relativamente sencillo elegir en una carta de restaurante, donde vamos a pasar unos días de asueto, o si nos vamos de copas el viernes, el sábado… o lo dos días… jeje! Otras veces esas disyuntivas se convierten en un acto inconsciente, como cuando optamos por cambiar inopinadamente un itinerario habitual, o en un insólito arrebato, telefonear a ese amigo del que hace años no tenemos noticias y que de forma súbita, casi inexplicable nos ha venido a la mente. También cuando decidimos hablar con ese desconocid@ que encontramos casualmente ¿o causalmente? en nuestro recorrido vital.
Y aunque todo ello acostumbre a no desembocar en nada significativo en primera instancia, no deja de ser importante. Sobre todo, por lo que puede influir en nuestra trayectoria de vida el “azar” de determinar una u otra cosa. Pero a pesar del asombro que suelen despertarnos las, a veces, consecuencias de esos albures, son planteamientos que habitualmente nos hacemos a “toro pasado".
Hay también temas que no nos comprometen en absoluto, incluso nos permiten quedarnos con todo el conjunto de posibilidades. Un ejemplo muy claro sería la música, el deleite que nos proporciona la contemplación del arte o el disfrute de la naturaleza, aparentemente decisiones sin tensión y en las que el único requisito a tener en cuenta sería el estado de ánimo de ese momento y el fugaz tiempo. Pero aún así, son oportunidades no demasiado abundantes.
Luego están esas otras decisiones, que ya de entrada nos cuestan, que nos ponen los pelos de punta… o nos dan urticaria directamente… son preguntas, que escribiré en condicional dubitativo-reflexivo, y que abarcan todo tipo de cuestiones, profesionales y personales del tipo:
- ¿Y si se lo digo…?
- ¿Y si me voy?
- ¿Y si me quedo?
- ¿Y si abandono?
- ¿Y si presento batalla?
- ¿Y si sigo como si nada?
- ¿ Y si no fuese “esto” lo mejor?
- ¿Y si no es verdad?
- ¿Y si dejo pasar la oportunidad?
- ¿Y si me voy?
- ¿Y si me quedo?
- ¿Y si abandono?
- ¿Y si presento batalla?
- ¿Y si sigo como si nada?
- ¿ Y si no fuese “esto” lo mejor?
- ¿Y si no es verdad?
- ¿Y si dejo pasar la oportunidad?
Y mil “y síes…” más, que se os acaban de pasar a todos por el cabezo.
Ay! los “ y si…” que dependiendo de la imaginación de cada uno… nos pueden volver completamente tarumbas...
Todos y cada uno de esos “Y si…” sin importar el carácter, las circunstancias o la cultura en que nos movamos, nos pueden retener “ad eternum” a la espera de tomar la decisión más sabia. Y frecuentemente, esperando algún cambalache afortunado, que en la mayoría de ocasiones, a pesar de nuestros fervientes deseos, no acaba de producirse por si mismo. Y es que los Santos Advenimientos, milagritos varios aparte, no nos engañemos, o los provocamos nosotros mismos o no se producirán nunca…
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*eeeh… breve… ¿comparándolo con qué?
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*eeeh… breve… ¿comparándolo con qué?
jajaj comprobándolo con el universo es breve!!...
ResponderEliminarPero sabes tienes razón, a veces depende de una infinidad de cosas y circunstancias que podamos decidir sobre un asunto.
Siempre he pensado que el ser humano, no es complicado , lo que pasa que nos complicamos la vida que es diferente..
Cada uno abordamos cada situación dependiendo de las circunstancias y situaciones, y experiencia e inclusive del sexo, ¡sí! digo sexo porque cambia mucho lo que opina una mujer de lo que opina un hombre, en según que cosas.
Hace poco estuve leyendo un libro que me hizo como mínimo sonreir "Los hombres son de marte y las mujeres de venus"
¿Por que lo digo? porque la manera en que cada uno ve las cosas es muy pero muy diferente.. Te animo a que si no lo conoces el libro sepas de que vá.
Puestos a reflexionar y a decir pensamientos en alto... ya he puesto mi granito de arena.
Besos Cristal
No no no no no no no!
ResponderEliminarMuy mal querida amiga!!
El destino no nos rige, y nosotros no somos personas, somos setas alucinógenas de diferentes colores. Por ejemplo tú eres celeste.
Si, una seta alucinógena celeste.
- x - x - x - x - x - x - x - x -
Vale, ya se me pasó el momento enajenación mental transitoria. Tienes razón, todas las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida (y ojo,¡no son pocas ni náh!) de alguna manera u otra nos afectan. Ya sea por casualidad o causalidad. Aunque siempre nos quedará el consuelo de nuestro favoritod ''y si...''
¿Y si hubiese tomado aquel camino, y no este?
Ay, prefiero ser una seta alucinógena...
Un besazo Cristal.
P.D. Te agregué al mail. Espero no te importe.
>>> "y si..."
ResponderEliminarDe eso trata "Hamlet". Duda. Uno de los temas eternos de la condición humana.
Llevada al extremo, la evaluación de todas las consecuencias antes de decidir nos conduce a la parálisis, al bloqueo. Cuánto mejor dejar que el flujo del Tao nos arrastre, aunque sea con la incógnita de lo que pudo haber sido:
"So now I’m old, I’m wise, I’m smart
I’m just a man with half a heart
I wonder how it might have been
And I hadn’t cast my fate to the wind"
Interesante cuestión ¿ dudar o no dudar ? Me quedo con la duda, permite
ResponderEliminarpensar, reflexionar. Dudo, luego existo.
Buena propuesta. :-))
Un besito
Así es, querida Cristal. Dicen que el cobarte se aprovecha de las circunstancias, y el valiente, las provoca.
ResponderEliminarUn beso!
Sí, mi querida Tocaya, la cantidad de energía que se nos va en esos:¿y si...?
ResponderEliminarTodos sabemos que elegir es renunciar y lo que nos ocurre es que deseamos tenerlo todo y no renunciar a nada.
Queremos libertad, pero tambien seguridad. Nos atrae la aventura, pero también está el riesgo y tampoco queremos perder comodidad.
En fin, que nos pasamos la vida con la balanza a cuestas.
Hay personas que tienen más claro que otras lo que quieren, mientras que algunos se pasan la vida en la eterna duda.
Y así vamos construyendo nuestra propia historia: con pasitos tímidos hacia adelante, y en algunos casos con pasos atrás, porque, como no sabemos tampoco si nuestra decisión será acertada, le tenemos verdadero pánico al arrepentimiento. Sobre todo cuando se trata de decisiones de gran trascendencia, es cuando más nos cuesta elegir. ¿Y si nos equivocamos...?
Besitos, guapa.
Hola Cristalook:
ResponderEliminarMientras leía tu entrada he pasado por distintos estados de ánimo que incluyen la duda, pero al final la bolita se ha parado aquí.
Las decisiones importantes hay que pensarlas y después actuar. Si es basándose en la intuición, al menos haces lo que te apetece porque si no el balance entre pros y contras suele estar muy equilibrado y podemos acabar en la parálisis por el análisis o en una salida a medias que no satisface a nadie, ni siqiera a nosotros mismos.
Si las cosas son poco importantes o no pasa nada si nos equivocamos, hasta podemos pedir consejo y hacer creer a quien se lo pedimos que tenemos en alta estima su criterio.
Por otro lado, creo poco en las casualidades y mucho más en las causalidades. Siempre hay una causa, aunque no siempre actuemos como elementos desencadenantes. Una bola de billar no se mueve por sí misma sino que necesita de alguien que empuje el taco y ni te cuento si la bola hace carambola y mueve otra bola.
Una amiga me contó que una vez que quería rehacer su vida amorosa escribió en un papel las características que debía cumplir su nuevo amante. Cuando terminó la lista se puso a la búsqueda y encontró algunos candidatos que cumplían todas las condiciones. Sin embargo, notaba que faltaba algo, así que volvió a revisar su lista y añadió "pero que me guste".
Un abrazo.
Amiga, todos los dias nos jugamos el tipo...
ResponderEliminarAsi es esta cosa.
Y eso lo sabeis, sobre todo, las que por algun raro "defecto" os fabricaron en cristal.
A mi me hicieron de madera, y creo que sufro algo menos, aunque tampoco estoy seguro
Un abrazo, amiga cristalina
Nos pasamos toda la vida tomando decisiones, aún sin ser conscientes ¿qué comemos hoy? ¿qué me pongo? … aparentemente estas cuestiones no tienen mayor importancia ¿o sí? de lo qué compremos para comer y comamos dependerá que comamos el resto del mes, que terminemos en urgencias o que los michelines se instalen en nuestra cintura.
ResponderEliminarEl ¿qué me pongo? es una cuestión que en la gente corriente ha tomado relevancia desde que el consumismo echó a andar ya que a medida que retrocedamos en el tiempo no existía. En la mente de muchos están aquellos trajes y zapatos de domingo, uno para verano y otro para invierno y los de diario. La elección como tal no existía. Y contentos.
Las decisiones importantes se toman con la convicción de que ese es el camino y su cuestionamiento, si llega, lo hace después de que ha transcurrido mucho tiempo. Las banales son las que realmente producen dolores de cabeza.
Las elecciones y los “y si…” se multiplican en los llamados estados del bienestar. Hay tanto donde elegir que constantemente estamos sometidos a esas tensiones que han hecho que el stress y la agresividad aumenten a la par.
Un abrazo, Cristal.
En dubitativo reflexivo...y si...
ResponderEliminarnos instalamos cuando no nos valoramos debidamente.
Como bien dices, la vida es un acto de elección permanente.Pero se puede elegir reaccionando a paradigmas sociales, o se puede elegir libremente respondiendo a valores personales. En este caso no hay dubitativos reflexivos.
Pues sí Cristal, permanecer en los eternos "y sisss" es una forma como otra cualquiera de no tomar decisiones. La absoluta seguridad no la vamos a tener nunca, la cosa es tirarse a la piscina porque sino no nadaremos. Es dificil, sí, pero es lo que hay; o nos movemos o permanecemos quiet@s. Un besote guapaaaaaaaa. (ayyyyy es que no me va el intro por eso escribo toooodo seguido, jajaja)
ResponderEliminarMucho tema para reflexionar Cristal…
ResponderEliminarLo peor es cuando las opciones son complicadas o difíciles de entender, o el camino que tomamos desemboca en un callejón sin salida, o cuando realmente no hay opciones (al menos en aquel momento). Algunos dirán que siempre es posible elegir, ojalá fuera así… hay condicionantes internos, constricciones externas o coyunturales, etc.
Asimismo, cuando elegimos es frecuente que esta elección condicione un montón de otras que a su vez determinarán otras. A veces decisiones tan prosaicas como salir o no salir un viernes por la noche desencadenarán otras resoluciones... no tan triviales.
Lo que decidimos, puede tener conexiones con hechos que nunca llegaremos a saber porque pueden afectar la vida de personas que nunca conoceremos.
Besos (aguamarina)
PD: La foto me hizo recordar un chiste absurdo (soy malísima con los chistes, jejeje):
"Un amigo le dice a otro: No sé si me caso o si compro una bicicleta…"
Pues yo, cuando estoy atrapada en algún "Y sí....", escucho la dirección en la que sopla el viento ;)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que nosotros provocamos los 'milagritos' muchas veces... pero otras, solo debemos dejarlos que ocurran, pues están esperando el momento en que nos lancemos al abismo en el que nos sitúa el "Y sí..."
Y creo que algunas veces no hay que pensar demasiado, sino aprovechar antes de que se acabe el calor de la emoción inicial que nos produjo una idea; y otras hay que dejar pasar el ímpetu que de seguro nos aconsejará mal.. Claro... lo difícil es saber reconocer frente a qué tipo de situaciones nos encontramos ;) Y héte aquí el dilema ;)
Como bien lo dice, señora Cristal ;), mucho dependerá del talante individual. Y si.. esto de 'decidir' es un tema algo escabroso. Por eso procuro no pensar 'en pensar en decidir' sino que simplemente decido, cuando llega el momento. Y nada... que lo demás es asumir lo que venga... ya después no tiene caso el arrepentimiento cuando no hemos decidido bien.
Le confieso que, más que miedo o tensión por decidir mal, me causa miedo no decidir a tiempo.. Ay.. eso sí me mortifica jeje... Odio los destiempos en las decisiones ;)
En fin....
¡¡Y si sigo escribiendo???
Pues habré de llegar al punto en que me he de detener para concluir la reflexión a la que me han llevado sus palabras con un: he decidido poner el punto final al comentario.
Hélo ahí: es ese mismo: .
jeje
besos miles amiga querida!!!!!
"La vida es un acto de elección permanente"...
ResponderEliminarCon esta frase, Cristal, hay que estar de acuerdo, es inevitable, pero... La cuestión es saber quién es el que elige, o qué es lo que nos empuja a elegir. Porque el ser humano es una amalgama de sentimientos, impulsos e influencias de la que muchas veces es difícil obtener la claridad suficiente. No somos seres compactos, no estamos completos.
Quiero decir que uno no sabe nunca a ciencia cierta si su decisión surge de una "claridad" o por el contrario de una "oscuridad".
Eso forma parte de nuestra naturaleza humana y, de hecho, es lo que nos hace humanos.
"La duda es el principio de toda filosofía", decía Nietzsche. El animal (o el ser humano más elemental) no duda ni elige, porque todo en su mente está muy claro. Pero los humanos de verdad dudamos y nos encontramos muchas veces en medio de encrucijadas, ante las que se impone una decisión.
Normalmente decidimos mal, por que no vemos bien el brillo en el horizonte que nos guíe, o porque nos dejamos guiar por una apariencia equívoca. Y muchas veces, como bien apuntas, elegimos no escoger, por miedo, y ese "y si..." nos deja bloqueados, sin capacidad de acción.
Yo, ante estos casos, opto por algo muy sencillo: "dejarme llevar", seguir la voz de mi corazón, en el que confío, a pesar de que no siempre entiendo muy bien lo que dice.
Esto no significa que tenga la certeza asegurada, en absoluto, pero en cualquier caso la calidad de mi gesto será buena, porque fue buena mi intención.
Así es la vida, una sucesión de intentos con variedad de resultados. Es importante y necesario escoger y arriesgarse, porque lo principal es andar, estar y ser en el camino, o sea, vivir. Lo demás es quedarse en casa encerrado, viendo las películas que narran las hazañas de otros que sí se atrevieron a vivir.
Un abrazo.
Bueno, poco queda que decir que no haya sido dicho ya. Resaltar al amigo Josep Julian, que indica que cree en la casualidad y más en la causalidad, y con su ejemplo de la bola de billar nos hace ver que si vemos pasar la bola de billar, algo debe haberla empujado, aunque no sepamos qué, ni cuando, ni siquiera si ha sido empujada por una bola o por dos a la vez, o por una mano, o por un pie...
ResponderEliminarPero yo quería resaltar otra cosa: muchos hablan dividen las decisiones en difíciles o fáciles, cotidianas o extraordinarias, trascendentales o superfluas.
Yo creo que hay otro aspecto subyacente bajo cada decisión: la percepción del individuo de poder dar marcha atrás, la percepción de que escoges un camino en el que no sabes si luego habrá una puerta paralela que te lleve a otro si no te ha gustado. Me explico; elegir la carta en el restaurante, la ropa que te pones, ir de copas...son decisiones que si no te gusta lo que pides lo que te pones, puedes cambiar al día siguiente. Hoy me pido una sopa de primero, pero mañana probaré el pisto; hoy me pongo el jersey rojo y mañana el azul. A posteriori quizás luego nos pongamos los jerseys de nuevo basándonos inconscientemente en cómo nos sentimos con esa ropa puesta aquel día. Pero podremos seguir cambiando de idea. Incluso hacer un viaje no es algo tan importante porque sabemos que volveremos a casa.
Pero que ocurre si la decisión es tan clara como elegir A o B y si eliges A ya jamás podrás elegir B o viceversa? Entonces la cuestión es más complicada porque tenemos que elegir entre continuar nuestra senda o dar un giro. ¿Es nuestra senda la mejor? ¿Si tomo esta decisión iré a mejor o a peor?
Imagina que nos dan a elegir entre dos casas con determinadas características cada una que te gustan, y nos dicen; "una casa es para tí pero si pasados unos meses no te gusta te puedes cambiar a la otra, y si de nuevo no te gusta te puedes volver a cambiar". No te costará decidirte. Ahora nos dicen "una casa es para tí pero la que eligas será la que tengas para el resto de tu vida". Ahhh, ahí cambiamos y queremos analizar hasta el mínimo detalle, porque ya no hay marcha atrás.
En fin, me he liado un poco, como siempre, y no sé si me he explicado
Un abrazo y gracias, como siempre, por hacernos reflexionar
Con el dedo en la yaga........yo cogería esa bicicleta apoyada en el árbol y pedalearía hasta París........sin duda no ganaré el tour pero al final de los días, mis nietos reirán por haber tenido un abuelo cachondo, a un abuelo más tieso que un arenque.
ResponderEliminarTu misma. Saludos Cristal.
Todo en la vida es una elección. Desde que nos levantamos por la mañana ya elegimos si tomamos te, café o chocolate. Creo que cuanto más podamos elegir, es que más libertad tenemos. Esa libertad la podemos usar o quedarnos quietos y que nuestra vida sea siempre una rutina.
ResponderEliminarParticularmente me encanta romper la rutina diaria..;-)
Saludos
Siempre me han acompañado las dudas como sombras crónicas que no necesitan del sol. No concibo la vida sin ellas, pero tampoco me restan mucho sueño. Coexistimos.
ResponderEliminarY para los que hagan de ellas un problema agudo, les voy a recordar una frase de Jorge Luis Borges que viene pintada para el caso:
"La duda es uno de los nombres de la inteligencia."
Un abrazo,Cristal00k, y permite que te felicite por esta serena y profunda entrada.
Querida, si la vida es una orgia, yo voy de paja mental. Fito Dichit.
ResponderEliminarPero como mi vida no es una orgia, yo voy de paja real. Coco Dichit.
Y hasta el 6 de enero no volveré a salir, tracatrá.
Siempre que me viene el "Y si...", llamo al "Y si no...", que, aunque a veces no resuelve, sí me ayuda mucho...
ResponderEliminarMi experiencia, en términos generales, me dice que aunque se abran muchas alternativas, no se "parecerán" (no es esa la palabra) tanto, como para creer que estoy renunciando con pesar a todo lo que estoy apartando.
De causas y casualidades no escribiré un manual, pues me parece que todo viene junto y bien mezclado. Por muy claro que uno elija, estamos rodeados de mundo y ése gira y gira...
Va un beso...
Yo creo mucho mas en el destino o causalidad que en las casualidades, para mí nada pasa porque sí..
ResponderEliminarestoy un poco metido últimammente en la religión Orishas que habla precisamente de todo esto, de como alinearte con tu destino para conseguir lo que te propongas en la vida.
besos
Ese "¿y si..." dubitativo no está mal, por la reflexión que conlleva. El que no soporto es "¿y si hubiera hecho lo otro?". Me pone mala esa sensación de "lo que pudo haber sido y no fue". Las decisiones se deben aceptar con todas sus consecuencias (Merceditas dixit)
ResponderEliminarMaaarchando una ración de beeeesos para Cristal00k!!!!
Al final todo viene a discurrir, como decía Torrente (Ballester, por supuesto), «en las intersecciones de las calles y el tiempo», y esa vieja ilusión que los antiguos llamaban libre albedrío sólo se ejerce, si se ejerce, en muy contadas ocasiones. Es verdad que somos (o podemos ser) libres, pero ¿quién ha tomado alguna vez una decisión sin desear con parecida intensidad justamente lo contrario? Por eso, quizás más que en las encrucijadas (en esos momentos que enumeras con frases acuciantes), la voluntad libre se manifieste más bien como una fidelidad a no sé sabe qué naturaleza que uno acaba inventándose como su segunda piel. Sesudo tema, amiga, para sacar petróleo.
ResponderEliminarLa vida es un acto de elección permanente, decís,y estoy de acuerdo absolutamente.
ResponderEliminarSea la elección simple o complicada, siempre se nos muestra el abanico de caminos a tomar.Y, tal vez, doña causalidad ande por alguno de esos caminos y...
Pero bien, coincido con Luisa en que las Elecciones, las grandes, las que van con mayúsculas, son las que nos dejan en calma luego de,por qué no, días y días de darlas vueltas para acá y para allá.
También creo,como Borraeso, que el "y si..." muchas veces conlleva al "y si no...";para que este "y si no..."previo, nos haga actuar.
Y,para cerrar, adhiero al absoluto de Mercedes, en cuanto a que las decisiones se toman aceptando las consecuencias.
(creo que hoy no fui breve...y si...lo hubiera sido?)
Mil besos,niña Cristal*
Las decisiones importantes son como hacer un caldo, conforme hierven las ideas debes ir retirando la grasilla de la superficie...
ResponderEliminar:-P
Quizás no nos deberíamos preguntar por qué nos preguntamos las cosas, el perpetuo cuestionamiento de nuestras propias decisiones, esa necesidad de ser el que decide y el que ve las consecuencias de lo decidido, solo nos lleva a la neurosis aunque sea en su versión mas liviana.
ResponderEliminarCuando hacemos del pensamiento un rechazo no sólo a lo establecido inmutable como a lo que se estableció no se sabe cuándo y sigue solo desbocando arrastrando lo demás, acaso lo mejor que puede pasarnos es que el azar decida por nosotros, o bien tirar la moneda al aire, o tal vez deshojar la margarita... Aunque tampoco estoy muy segura de ello, no sé, no me decido.
ResponderEliminarUn abrazo
Por mi parte soy un gran indeciso; a menudo, después de acumular "pros" y "contras" minuciosamente, corto por lo sano y, como han dicho en un comentario anterior, "me dejo arrastrar por el viento". Sin embargo, las decisiones realmente importantes las pondero de forma objetiva y las sigo con verdadera convicción.
ResponderEliminarHombre! LISEBE:
ResponderEliminarBueno verte por estos pagos. Tienes razón, complicarse la vida nos es difícil y el ser humano, parece tener una habilidad especial para estos temas.
Buen apunte el del género a la hora de decidir. Algo que
merecería un blog entero dedicado a ello jeje!
Conozco ese libro, pero no sé yo... tal como dices y sonrisas aparte, creo que hay más de un hombre de Venus y muchas mujeres de Marte.
En fin, gracias por tu aportación y por acercarte.
Un beso.
KIMBERLY:
Pues cualquier día te pido ese Quijote pa darme unos toques, a ver si por fin consigo no empecinarme demasiado en el mismo sendero. Pero no sé yo... ¡ta difisi!
En fin, habrá que asumir lo que hay!
Besos preciosa!
ENTANGLED:
ResponderEliminar"Cast your fate to the wind"
Pues más de una vez he echado mi suerte al viento amigo. Y confieso que "casi" acierto más a través de la intuición del Tao que a través de mis irremediables y muy occidentales cavilaciones varias. El mundo está lleno de serendipia...
Lo que sí he aprendido es que los caminos que no se recorren no llevan a parte alguna. Mi duda nunca es a posteriori, si no a priori A posteriori, en todo caso vendrá la rectificación necesaria en su caso.
Pero interrogarse es el inicio de todo, ¡sin duda!
Abrazos.
ABRIL:
Pues entre dudar, o dar por sentado, yo también soy de las de la primera opción. Cuestión de posibilidades
LIBERTAD:
Pues no seré yo quien le lleve la contraria a la sabiduría popular.
Estoy de acuerdo con lo que dices.
Besos querida.
TOCAYA:
Pues dime imprudente, pero yo soy de las que me arrepiento poco. Por no decirte que nada. Me cuesta, pero una vez me decido no acostumbro a volverme atrás.
Miedos tenemos todos, eso es cierto, pero la valentía consiste en eso... en tirar palante a pesar del miedo. Pero primero no viene mal una sesión de balanza, Tienes razón.
Un beso.
JOSEP JULIAN:
ResponderEliminarPues me encanta esa anécdota que explicas. Es el ejemplo más claro de que a veces los árboles no nos dejan ver el bosque... Y es que a la hora de decidir, casi todo en esta vida acostumbra a ser cuestión de perspectiva y un tanto por ciento elevado de intuición.
Lo que en algunos "lugares" se conoce también como "Inteligencia Emocional" jeje!
Yo tampoco creo en las casualidades y sí en las causalidades. Pero al igual que tú creo que el billar hay que jugarlo para que se mueva.
Abrazos amigo y gracias por acercarte.
ANTIQVA:
De madera o de cristal, y fragilidades aparte... decidir desgasta a todos. Cada uno a su manera debe de aguantar su vela ¡ya lo creo que sí!
Abrazos.
LUISITA:
Esas espirales de sincronías que emanan de las decisiones aparentemente más nimias, me fascinan de forma singular. Totalmente de acuerdo contigo, pero creo que siempre son a toro pasado
Pero esos "Y si..." de entrada existen y en muchas ocasiones resultan tremendillos jeje!
Un beso poeta sabia.
VITA:
Me alegra verle tan seguro y con ese magisterio. Supongo que hay ciertas profesiones que enseñan y ayudan en ese sentido.
Pero me va vd. permitir dudar en reflexivo, por activa y por pasiva, de esa supuesta y total libertad personal para tomar caminos como si ná!
¡Pues no hay condicionantes! que nos limitan a la hora de elegir hasta en los detalles más nimios.
ROSA:
ResponderEliminarYa... pero los hay que hasta el 40 de Mayo no se quitan el sayo... jejeje! y aun así, no se deciden ni patrássss!
Pero desde luego que si no nos tiramos, por más bien que nademos, no sirve de nada.
Un beso.
GÁRGOLA:
Conozco ese chiste y está claro que somos de sensibilidades semejantes porque a mi también me hace mucha gracia jajaja!
Y también soy de las que piensa que las coyunturas que nos conciernen influyen mucho en nuestras decisiones. Y esa cadena de acontecimientos se puede producir a partir del suceso más nimio. Pura Teoría del Caos... Lo tendremos que hablar con calma todo esto, delante de un buen vino, o por esos caminos...
Y sí, esto daría para un blog entero. Ya lo creo!
Besossssss!!!
ISIS:
Sí, sé que tú eres de las que te dejas llevar por el viento. Una Diosa con los nervios de acero y la sabiduría propia de su naturaleza. Pero los habemos que estamos entre el común de los mortales, con lo que conlleva de falta de fe, de escepticismo... etc... Aún así, mis dudas, creo haberlo dicho ya en algún otro comentario, siempre son a priori, nunca a posteriori una vez decido, lo intento por difícil que sea el asunto. Y soy tozuda y terca como una mula. No me doy por vencida fácilmente. Y en eso creo y presiento que coincidimos la Diosa y una servidora, jejeje!
Un besazo y gracias por tu aportación.
ANTONIO:
Oiga, Sr. Druida, con su comentario se podría hacer otro post sobre este tema. Y le propongo para que nos deleite con uno. Y aunque una golondrina no hace verano... por una vez estoy de acuerdo con todo lo que en él expone (que raro, no?)
Pero del mismo, destacaría de forma importante lo siguiente:
lo siguiente
Así es la vida, una sucesión de intentos con variedad de resultados. Es importante y necesario escoger y arriesgarse, porque lo principal es andar, estar y ser en el camino, o sea, vivir. Lo demás es quedarse en casa encerrado, viendo las películas que narran las hazañas de otros que sí se atrevieron a vivir.
Un abrazo.
YANDROS:
ResponderEliminarQue alegría verte de nuevo caminando entre mis letras amigo. Algo que te agradezco porque sé seguro que andas ocupado.
No he visto un tema que concierte más disparidad de opiniones que este. Pero en una cosa coincidimos todos, en la necesidad inexcusable y muchas veces perentoria de decidir sobre las diversas cuestiones que se nos van presentando. Y tienes razón, decidir sobre lo definitivo, sobre lo que no tiene vuelta atrás es lo más complicado. A ese tipo de decisiones se refieren mis "Y si..." Siempre me pilla vd. mejor que bien joven, jeje!
Un abrazo amigo.
Querido TERRY:
¿Sabes? esa bicicleta está en París... eso que ves, es el Bois de Boulogne... jajaja!
Me cuesta un poco o un mucho, depende de lo personal de la decisión, pero una vez lo hago me voy a París en un santiamén! Aunque tenga que luchar contra gigantes y molinos jeje!
Un besazo amigo.
Hola MALÚ:
Pues sí, constantemente estamos decidiendo. Cierto, es inevitable y a ello estamos atados todos... a nuestras propias decisiones.
Y yo también soy de las piratillas que me gusta romper las rutinas siempre que puedo.
Un beso y gracias por tu aportación.
LUIS ANTONIO:
ResponderEliminarBien, mientras te dejen dormir... no problem! Pero siempre ha sido así? Nunca ha habido alguna cuestión que te impidiese lanzarte en brazos de Morpheo?
¿Será el señor profesor inasequible a los "Y si"? Hummm no sé yo...
Sea como sea, tiene razón Borges, poco hubiese avanzado la humanidad sin interrogarse...
Y gracias por pensar eso de mis letras.
Un abrazo amigo.
COQUITO:
Lo que no sepa nuestro filósofo preferido...
Y vale, pero el 6 de Enero nos vamos de "Y sies" y no se admiten excusas!!
Eso, tracatrá!
BORRAESO:
Pues es una buena y diría que has higiénica medida esos "Y si no"...
Tomo buena nota y me apunto al tema!
Y tienes razón, el mundo en sus giros nos decide muchas veces como si ná! Aún a pesar nuestro.
Un beso y gracias por acercarte.
BEATS:
¡Vaya Jordi! asi que Yoruba..., eres siempre toda una caja de sorpresas.
Pero como no sea a través de alguno de sus sistemas adivinatorios no me imagino como te saltas esos "Y si" al menos en este plano...jeje!
Y esto lo digo desde la
perpspectiva de alguien muy aficionado al Tarot.
Abrazos.
MERCEDITAS:
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. Los caminos que no se recorren, no llevan a ningún lugar. Así pues, no vale la pena perder el tiempo interrogándose acerca de ello.
Eres de las mías.
Besos!
ALFREDO:
Pues sí amigo, para sacar petróleo y refinado... jeje
Y según avanzo en mi tiempo más creo también que esa vieja ilusión del "libre albedrío" no deja de ser una quimera humana. A veces, creemos lo que queremos creer ¿verdad?. No digo que no podamos decidir, pero contantos condicionantes...
En fin, gracias por tu aportación y un abrazo.
RAYU:
Pues sí, las decisiones suelen estar atadas o ligadas a un compendio de condicionantes y de razonamientos.
Pero al final, tal como dice Mercedes, una vez optado el camino, hay que recorrerlo y ahí deben de terminat los "Y si"
Besos niña amiga.
GABI:
ResponderEliminarBreve, claro y conciso,como siempre (bueno, casi siempre...jeje)
Y sí, decidir, es un poco como cocinar con ingredientes varios.
Pero... ¿siempre a gusto del cocinero?
Aissss. Besossss
KRAPP:
Hummm eso que dices me suena a opinión de profesional... es muy probable que sea tal como dices, pero yo me lo planteaba desde un punto de vista como más... liviano?
Y desde luego, estar todo el día mareando la perdiz, no es bueno paná!!!
Tiene vd, toda la razón Sr. Doctor.
Abrazos.
SIRENITA:
Pues has ido a dar con una fanática de las excepciones y de saltarse lo que dice el libro por regla y casi costumbre ya... jeje!
Pero lo que está claro, es que el dubitativo reflexivo está ahí y existe!
O no...?
Besossss
JOSE:
Sí, te imagino analizando minuciosamente según que cuestiones... aunque al final, tal como dices sea el viento el que acabe por traer la claridad a los temas. Prero, eso, sólo se "ve" después de mucho cavilar... y entonces me pregunto ¿eso es viento? o... Inmovilidad?
Aisss...
Un abrazo amigo y gracias por acercarte.